Celuloide: En la edad de la punzada
Parecería que con el inicio del otoño se calmarían las hormonas alborotadas que desde primavera y verano pulularon en el ambiente, pero no, es justo en este previo al invierno que se disparan los mordaces entresijos del romance y el amor. Al menos eso es lo que va a pasar en la cartelera cinematográfica mexicana, […]
Hidalgo NeiraParecería que con el inicio del otoño se calmarían las hormonas alborotadas que desde primavera y verano pulularon en el ambiente, pero no, es justo en este previo al invierno que se disparan los mordaces entresijos del romance y el amor.
Al menos eso es lo que va a pasar en la cartelera cinematográfica mexicana, con la llegada de Todas las pecas del mundo, película que se sitúa, acertadamente, en 1994 y que narra la historia de José Miguel, un chico que al llegar a una nueva secundaria, al grado de primero, se enamora perdidamente de la chica por la que todos suspiran en la institución educativa, Cristina, la de segundo año, y está dispuesto a hacer lo que sea para conquistarla.
Como pocos largometrajes mexicanos, este se atreve a ir por una ficción agradable, sin pretensiones, que además toca el máximo gusto por el público del país, el futbol, que en el 94 estaba punzante en la ciudadanía por cómo la Selección Mexicana participaba en el mundial, pero terminó por defraudar con el clásico “ya merito”, cuando Miguel Mejía Barón decidió guardar a Hugo Sánchez en los penales y ser eliminados por Bulgaria en octavos de final.
En su opera prima, Yibrán Asuad hace guiños latentes para quienes crecimos en ese momento histórico: el uso de walkmans con casetes, el grunge en plena pujanza y, claro, la certera mediatización de Zague (que en la actualidad retoma vuelo por su reciente escándalo de desnudo), este inintencionado chiripazo resulta hilarante.
La adolescencia vende, pero la nostalgia más, aunque la cinta se ubica en una temporalidad de hace 25 años, el amor de secundaria nunca pasa de moda, sobre todo cuando hay elementos socioculturales a los que podemos atañernos.
El reparto es eficaz en la película de Asuad, rostros frescos y en ascenso, como el de Loreto Peralta, quien interpreta a Cristina; Hanssel Casillas, que toma el rol protagónico de José Miguel y Andrea Sutton en el papel de Liliana, que se convierte en la mejor amiga del chico foráneo y lo inicia en las vertientes del rock.
En momentos nacionales, donde sólo se producen comedias palomeras o cine de búsqueda artística, llega este filme que está en el balance del punto medio, que seguramente atrapará a los jóvenes que se sientan identificados con la temática coming-of-age, y a los eternos adolescentes adultos que también gustan de añorar la edad de la punzada, o que tal vez no han salido de ella.