Arguyendo que el presidente lo llamó, el secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong dejó plantados a los alcaldes que lo esperaban para la ceremonia de inauguración del Foro Nacional de Consulta con Presidentes Municipales, convocado por la Secretaría de Gobernación.
Ante el desaire, los alcaldes panistas y perredistas optaron por retirarse del evento, no sin antes acusar a Osorio Chong de mostrar falta de interés por escuchar lo que tenían que decir los alcaldes, en materia de seguridad.
El panista Eduardo Rivera Pérez presidente municipal de Puebla y presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes, y la perredista Leticia Contreras quien encabeza la Asociación de Autoridades Locales de México, acusaron a Osorio Chong de no querer escuchar a muchos alcaldes que llegaron de diversas partes del país.
Por su parte los alcaldes priistas agrupados en la Federación Nacional de Municipios de México, fueron los únicos en aguantar el plantón y se quedaron a esperar a Osorio Chong más a fuerza que de ganas.
Es evidente que por más importante que haya sido lo que platicaron Osorio Chong y el presidente Peña Nieto, se cometió un importante error de cálculo político.
Y es que no hay que olvidar que los presidentes municipales son las autoridades con más proximidad a la gente.
Sin un buen entendimiento con ellos, difícilmente se pueden aterrizar los proyectos del gobierno federal.
A ver si ahora sí
Finalmente el juez tercero de distrito en procesos penales federales de Toluca, Raúl Valerio Ramírez resolvió cerrar la instrucción de la causa penal en contra del general Tomás Ángeles.
Ahora falta que el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam cumpla con lo ofrecido a la sociedad y que el Ministerio Público no presente conclusiones acusatorias, toda vez que es del dominio público que las “pruebas” en contra del divisionario fueron fabricadas por consigna de los más altos niveles de gobierno de Felipe Calderón.
Si se busca realmente procurar justicia, no solo se hace urgente la liberación del general Ángeles, sino también enjuiciar a los que, abusando del poder, lo encarcelaron injustamente.
No es venganza. Es justicia.