Excélsior TV y el síndrome Button

Ni siquiera cadenas con el mismo formato como FOROtv, Milenio TV o su hermana mayor, Cadena 3, tienen un aire con ese olor a añejo que guarda Excélsior televisión.

La escenografía es una mala copia de aquella que utilizó ECO, ¿se acuerdan? El sistema informativo que lanzó Televisa en los ochentas, encabezado por Jacobo Zabludovsky. La única diferencia es que han pasado treinta años desde que se diseñó, se aforó y se montó el estudio de ECO. Pero para los encargados de Excélsior, pareciera que el tiempo se detuvo.

Juan Carlos Altamirano Juan Carlos Altamirano Publicado el
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Ni siquiera cadenas con el mismo formato como FOROtv, Milenio TV o su hermana mayor, Cadena 3, tienen un aire con ese olor a añejo que guarda Excélsior televisión.

La escenografía es una mala copia de aquella que utilizó ECO, ¿se acuerdan? El sistema informativo que lanzó Televisa en los ochentas, encabezado por Jacobo Zabludovsky. La única diferencia es que han pasado treinta años desde que se diseñó, se aforó y se montó el estudio de ECO. Pero para los encargados de Excélsior, pareciera que el tiempo se detuvo.

Por otro lado, es importante recalcar que la televisión tiene y mantiene tiempos dramáticos bien establecidos, incluso tratándose de noticieros, el timing con el que se “lee” el discurso audiovisual es fundamental. Los redactores son los encargados de darle fluidez a los tiempos de un noticiero, obvio, bajo la tutela y de la mano del productor, al momento de generar la escaleta que da orden al programa.

La redacción de Excélsior TV, parece una añoranza a la época dorada de la televisión mexicana. Ver un segmento de noticias en ese canal, es como viajar al pasado, a los días en las formidables clases de inglés con Madaleno.

Sin embargo, los contenidos que se presentaban en “El Club del Hogar” eran todos improvisados. En otras palabras, lo que sucedía en el foro del entonces complejo de Televicentro, entre Daniel Pérez Alcaráz, Vilma-Traca, el payaso “Caralimpia”, Toño Lamadrid y la orquesta de Sergio Bunny, era producto del talento de los conductores y su capacidad de improvisación.

Desgraciadamente para Excélsior TV no aplican tales adjetivos, pues estamos hablando de una barra de programación que se transmite en vivo por YouTube, señal de cable y satélite en pleno siglo XXI. Sería ideal replantear su línea de redacción para otorgar frescura y agilidad a los conductores al momento de leer el prompter.

Otros detalles de carácter técnico son: la señal está montada sobre un Flash Player, lo que evita que se pueda ver la transmisión en vivo a través de dispositivos móviles. Además sacrifican calidad por velocidad en el streaming, de este modo comprometen la estética de una señal que debería de verse en alta definición o por lo menos más limpia.

La banda informativa o info cinta, está sobrada para el formato que utilizan; es una herramienta que estrenó CNN hace casi tres décadas, pero que hoy se encuentra totalmente rebasada, sobre todo, si la apuesta pasa por Internet.

El diseño de los gráficos animados es, por decir lo menos, mediano. Se aleja por completo de la línea que Excélsior maneja en su versión impresa; es más, en TV aparenta ser otro medio, otra casa editorial, no es orgánica a la marca principal. 

Aunque Excélsior TV debe resolver varios asuntos de forma, su problema mayúsculo es de fondo. Es decir, los encargados de tomar decisiones en este nuevo brazo de Grupo Imagen Multimedia (que aglutina radio, periódico, televisión e Internet) es definir si quieren ser una televisora más, que transmite más noticias por plataformas como cable y satélite, o si quieren convertirse en la señal fresca y reformadora en la Red que México aún espera.

También tienen otra opción, la misma que se le presentó a Benjamin Button: nacer como un bebé con la apariencia y las limitaciones físicas de un hombre senil de 86 años, al cual se le pronostican pocas esperanzas de vida.

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