Acción Nacional no perdió nada con la renuncia del cuñado de Felipe Calderón al Partido.
Al contrario. Con todo y lo mal que está el PAN, la salida de Zavala fue como una bocanada de oxígeno fresco para el maltrecho PAN.
Y es que, ¿quién puede olvidar que el desempeño de Juan Ignacio Zavala, impuesto por Calderón como vocero del PAN en la campaña de Josefina Vázquez Mota, fue un factor fundamental para que el PAN quedara en tercer lugar de la contienda presidencial?
En lugar de lamentarse por la salida de Zavala, el exsecretario de Trabajo de Felipe Calderón, Javier Lozano Alarcón, podría imitar su ejemplo.
¿O cree que la gente ya olvidó sus intentonas de coartar el derecho a la libertad de expresión atendiendo las órdenes de Felipe Calderón?
Ahí están todavía las evidencias que exhibió en su oportunidad Joaquín Vargas cuando Felipe Calderón, a través de Javier Lozano, mandó amenazar a Vargas para que le apagara el micrófono a Carmen Aristegui.
Pudo haber sido peor
La emergencia en Baja California Sur dejó al descubierto una realidad: Luis Felipe Puente Espinosa, director general de Protección Civil y máxima autoridad nacional en la materia, fue rebasado por la catástrofe.
Si las cosas no salieron peor fue por la llegada de funcionarios federales, que ante la instrucción del Presidente de la República, le hicieron el trabajo a este personaje.
Cascos azules
Fue penoso escuchar ayer al subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Manuel López Robledo, tratando de corregirle la plana al presidente Peña Nieto.
Y es que en lugar de que el subsecretario abundara en las razones que justifican ampliamente la participación de militares mexicanos en las Operaciones de Mantenimiento de Paz de la ONU, trató de “suavizar” algo que de suyo es absolutamente legítimo.
Si los países integrantes de la ONU no aportaran recursos humanos en operaciones militares para garantizar la paz en muchas regiones del mundo, seguramente no se habrían evitado muchos crímenes.
En la historia de la ONU más de 120 países han aportado tropas militares que se ponen el casco azul en operaciones de mantenimiento de la paz.
Luego entonces, no hay porqué darle más vueltas al asunto diciendo que México solo participará en acciones humanitarias, como si la paz solo se tratara de repartir despensas.