Lo que estamos viendo en el inicio de esta elección va a dejar un récord histórico por las incongruencias y contradicciones. La panista Gabriela Cuevas, aquella que pagó la fianza de Andrés Manuel López Obrador por la orden de aprehensión que se le giró cuando fue desaforado, ahora estará en Morena. La idea de los panistas era que el tabasqueño usaría como estrategia de victimización la cárcel y por eso pagaron la fianza para evitarlo. Es decir que eran adversarios casi enemigos y ahora compartirán ideologías y retos electorales.
La sucesión de Peschard
El Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción está por sufrir los primeros cambios. Jacqueline Peschard, quien actualmente lo preside, dejará el cargo el próximo 9 de febrero. Quien ocupará su lugar es Mariclaire Acosta Urquidi, Directora de la oficina en México de Freedom House. La pregunta ahora es quién llenará el lugar que queda vació. La convocatoria ya está abierta.
¿Pasará lo mismo que con otras dependencias que por falta de acuerdos se quedan incompletas?
Verdes rebeldes
Un grupo de militantes del Partido Verde -el eterno aliado del PRI- en Chiapas, renunciaron a su militancia por no estar de acuerdo con la alianza que su partido hizo, ¿adivinen con quién? ¡Con el PRI!, el único aliado que les ha ayudado a mantener su registro y lograr la gubernatura precisamente de Chiapas. No cabe duda que la desbandada encabezada por el líder estatal de ese partido, Eduardo Ramírez Aguilar es más un claro berrinche que una cuestión de rentabilidad político-electoral.
