Genio y figura hasta la sepultura

Si alguien se creyó el cuento de que la nueva generación de políticos priistas en el poder rechazaría las prácticas del pasado, ya se habrá dado cuenta que lo engañaron. 

El ritual de la promulgación de la reforma energética  y la conmemoración del 198 aniversario luctuoso de José María Morelos, son la mejor evidencia que la nueva generación tricolor resultó ser igual o peor que sus ancestros en eso del “culto a la personalidad” y los elogios al presidente de la República. 

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Si alguien se creyó el cuento de que la nueva generación de políticos priistas en el poder rechazaría las prácticas del pasado, ya se habrá dado cuenta que lo engañaron. 

El ritual de la promulgación de la reforma energética  y la conmemoración del 198 aniversario luctuoso de José María Morelos, son la mejor evidencia que la nueva generación tricolor resultó ser igual o peor que sus ancestros en eso del “culto a la personalidad” y los elogios al presidente de la República. 

En la conmemoración del aniversario luctuoso de José María Morelos, el secretario de Gobernación dijo que tuvieron que transcurrir 198 años para que surgiera un Peña Nieto dispuesto a cambiar la inercia de “los rezagos, marginación, y la falta de oportunidades” como lo hizo Morelos. 

Y eso que apenas llevan un año. 

Las amenazas de Osorio

Y como no se trata de abandonar las prácticas que hicieron perder al PRI en el 2000 y en el 2006, sino precisamente de todo lo contrario, una parte del discurso de Miguel Osorio Chong dio la impresión de estar inspirado en aquel en que Gustavo Díaz Ordaz ofreció su “mano tendida” a  los mexicanos, el 1 de agosto de 1968. 

Delante de Peña Nieto, Osorio Chong dijo que “este gobierno seguirá abierto a escuchar todas las voces que quieran ser parte de la edificación del México de las oportunidades para todos”. 

“Pero que nadie se confunda: tolerancia es gobierno, pero la tolerancia también tiene límites y tolerancia también es fuerza”. 

Los malosos de Cordero

Con la novedad de que el senador Ernesto Cordero, sin atreverse a mencionarlos por su nombre, hasta ahora dice que en el PAN están enquistados unos malosos que promete sacar con el voto “no comprado”. 

Aunque el señalamiento que hace contra Gustavo Madero y su séquito es difícil de objetar, lo cierto es que la mayoría de los panistas saben desde hace mucho tiempo que los compadres Rodolfo Dorador y Guillermo Anaya, entre otros, esta enquistados por obra y gracia de Felipe Calderón.

Lo curioso es que el “bondadoso” senador plurinominal al hablar de los malosos haya salido en decir que Alejandra Sota es una blanca paloma, cuando  hay constancia pública de sus actos de corrupción. 

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