Con la presentación de las respectivas “fórmulas”, a partir de hoy se intensificará la guerra sucia entre Maderistas y Calderonistas.
Y es que, como bien dijo el exgobernador panista Ernesto Ruffo, lo que debaten hoy los dos grupos son intereses, y no principios.
Por el lado de los calderonistas, el senador Ernesto Cordero buscará la presidencia en mancuerna con el exgobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, quien se conformó con la candidatura a la secretaría general.
Por el lado de los Maderistas, se confirmó que la fórmula estará integrada por Gustavo Madero y por el joven diputado Ricardo Anaya.
Y aunque por primera vez en la historia de este partido, todos los panistas podrán votar, para nadie es un secreto que el ganador será el que tenga más dinero para comprar el mayor número de votos.
No lo decimos nosotros. De alguna manera lo han expresado notables panistas, entre los que se encuentran algunos que por este motivo ya renunciaron hasta al partido.
Sin embargo, y para hacer honor a la verdad, habrá que señalar que esta no será la primera elección antidemocrática panista.
Como se recordará, en la de 2005 Vicente Fox impuso a Manuel Espino como presidente del PAN, para derrotar a Carlos Medina y al grupo calderonista.
En 2007 y en 2009, Felipe Calderón hizo lo mismo que Fox para imponer a Germán Martínez y Cesar Nava.
Y aunque ciertamente en el 2010, el entonces presidente Calderón fracasó para imponer a su secretario particular Roberto Gil, eso no quiere decir que no haya habido influencia de Margarita Zavala para que ganara Gustavo Madero.
Dios los hace y ellos se juntan
La comandancia general de la estrategia de la guerra sucia de Cordero contra Madero estará a cargo del ciudadano español Aleix Sanmartín, quien no goza precisamente de la mejor reputación.
Para empezar, Sanmartín es ambidiestro, pues así como trabajó para Marcelo Ebrard y la izquierda, ahora trabaja para el calderonismo.
Pero aún hay más. Según la procuraduría de Chiapas, Sanmartín se vio involucrado en el diseño de una campaña telefónica que incitaba a la violencia durante la campaña del actual gobernador Manuel Velasco.
Por otra parte, el ayudante de Aleix Sanmartín es Max Cortázar, excoordinador de comunicación social de Felipe Calderón e importante contribuyente al fracaso electoral de Josefina Vázquez Mota.