Claramente el próximo 6 de junio las y los mexicanos decidiremos el país que queremos: el México de la destrucción que representa Morena o el México de la construcción, que es justo el México que propone Acción Nacional.
La coalición Va por México que, por cierto, hemos dicho públicamente que no acaba el 6 de junio, seguirá como una alianza legislativa para que en la Cámara de Diputados y en el Senado podamos detener las aberraciones que Andrés Manuel López Obrador y sus aliados quieren hacer.
Sabemos qué es lo que quiere López Obrador, busca destruir a toda costa el Instituto Nacional Electoral, aplastar al INAI y mermar al Poder Judicial. No es una especulación, lo han hecho visible y, evidentemente, para que eso no suceda necesitamos generar contrapeso en la Cámara de Diputados.
Morena está cayendo, ya no es la esperanza de casi nadie. El partido del régimen ya demostró que no sabe cumplir, que sus partidarios mienten, roban y traicionan todos los días.
Millones de ciudadanos que confiaron en López Obrador y sus aliados, hoy no tienen trabajo ni dinero en el bolsillo; no hay hospitales ni vacunas y lamentablemente la seguridad es desastrosa en todo el territorio nacional.
Este 6 de junio, se llevarán a cabo las elecciones más grandes en la historia de nuestro país, en las que se renovarán 15 gubernaturas, 500 diputaciones federales, 1,063 diputaciones locales, 1,923 presidencias municipales, 2,057 sindicaturas, 14,222 regidurías y 204 concejalías.
Sin embargo, las elecciones intermedias, es decir, en las que no se elige al presidente de la República –como es el caso del próximo domingo–, se han caracterizado por sus bajos niveles de participación ciudadana.
En los últimos tres comicios no se ha logrado que salga a votar ni siquiera la mitad de las personas que tienen su credencial de elector. Tan solo en las elecciones para diputados federales, se tienen los siguientes registros de participación ciudadana: 2003 con 41.68 por ciento, 2009 con 44.06 por ciento y 2015 con 47.07 por ciento.
Es indispensable salir a votar no solo como una manifestación de un derecho ciudadano, también porque está en riesgo la democracia y estabilidad del país. Por el presente y el futuro de México, acude a votar.