No hay peor ingrediente para unas elecciones, que ya se caracterizaron por la ausencia de propuestas y concurrencia de acusaciones, que el Congreso no haya podido ponerse de acuerdo para aprobar las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción. Quizás los senadores no lo han medido, pero su falta de acuerdos será un misil para todos los candidatos y de todos los partidos. Ya el ambiente estaba convulso pero con esto se inhibirá la participación y la credibilidad de los partidos quedará nuevamente en entredicho. En pocas palabras, es un ingrediente explosivo. Atentos, porque las reacciones están por verse.
El destino de Prigione
Hay una duda que recorre los pasillos del poder político y eclesiástico en México. ¿El nuncio apostólico Girolamo Prigione se habrá ido al Cielo o al Infierno? Los que lo conocieron no han dudado en expresar ante quien saque el tema que fue lo segundo. Y es que siempre lo persiguió la polémica, como aquella ocasión en que se asegura se confesaron los hermanos Arellano Félix ante sus cautos oídos y discreta voz.
Los tiempos de Calderón
Todo parece indicar que el expresidente Felipe Calderón comió gallito esta semana y se lanzó contra las presuntas triquiñuelas de sus adversarios. El sábado, en un mitin en Boca del Río para apoyar a Miguel Ángel Yunes, Calderón acusó que en el tiempo en que él fue presidente, el gobernador Javier Duarte desvió más de 3 mil millones de pesos. El domingo, en Zacatecas, fue a apoyar a Rafael Flores y ahí lanzó que David Monreal, el candidato de Morena, tiene más bienes de los que pudo haber comprado con su salario como servidor público.
Y la pregunta del millón es: ¿Por qué si tenía esa información no hizo nada al respecto?¡Pero, ni modo de perder la oportunidad de sacarla en temporada electoral!