Si usted vive en la Ciudad de México, le convendría saber que hoy se inicia una batalla que durará casi medio año y será épica, digna de ganarse los titulares de los periódicos durante varias semanas. Resulta que hoy, con la declaratoria de constitucionalidad de la Reforma Política del Distrito Federal que hará el Congreso de la Unión, se inicia una guerra por ocupar los espacios de la Asamblea Constituyente que redactará la Constitución Política de la Ciudad de México. Es el banderazo de salida para que los partidos políticos muevan sus fichas y vayan definiendo a quiénes van a promover para tal encomienda. ¿Y por qué todos tienen tanto interés en participar? Pues nada más porque en esa Carta Magna quedarán plasmadas las reglas de gobernabilidad que regirán a los capitalinos, así que llevará —indiscutiblemente— el sello de la fuerza mayoritaria. Ay, nomás.
El regreso de Preciado
Tras la derrota el pasado domingo, el senador panista Jorge Luis Preciado deberá de regresar, nos dicen, el próximo miércoles a su lugar en el Senado. Abatido en las urnas y sin la coordinación del grupo parlamentario, puesto con el que contaba antes de irse, el legislador regresará a la soledad de su escaño y oficina. Con la duda de si su propio partido optó por aflojar el acelerador en la recta final, el colimense tendrá que ajustarse a su nueva vida parlamentaria. Todos estarán pendientes de las iniciativas que desde la Cámara Alta presente para lograr algunas de sus propuestas en campaña.
Otra de Gas Nieto
La empresa Gas Express Nieto vuelve a las andadas. Ahora fue en Tonalá, Jalisco, en donde una de las pipas repartidoras de esta empresa dio un o a unos metros de una guardería. Hay que recordar que el año pasado la misma empresa fue la que provocó una explosión en el Hospital Infantil de Cuajimalpa. Tras la tragedia que conmovió al País se supo que la empresa tenía una larga lista de irregularidades y que era proveedora de dependencias del gobierno federal que prefirieron prescindir de sus servicios. Nuevamente provoca un accidente y aunque en esta ocasión no hubo víctimas, ya debería de ser hora de que las autoridades vayan considerando si es de merecer tener esa concesión.