El espacio es ese lugar inexplicable, de posibilidades infinitas, ahí donde viaja mentalmente el hombre desde hace siglos y se ha vuelto escenario de batallas épicas intergalácticas tanto en la literatura, como en el cine de ciencia ficción.
Es ahí en la última frontera, donde todo es posible y en la cosmogonía de la fantasía fílmica, han proliferado proyectos fílmicos desde que se inventó la película de cine.
Bien se puede recordar el cortometraje de 18 minutos de duración del prestidigitador francés George Méliès “Viaje a la luna” de 1902, en el cual
–como lo dice su título– un grupo de astrónomos se embarca en la exploración del satélite natural de la Tierra.
El cineasta se basó en las novelas de Julio Verne y H.G. Wells para el argumento de dicho filme.
Esta constante búsqueda del escape terrestre en aras de expandir el conocimiento humano acerca del misterioso universo, se ha seguido dando en más ejemplos que enumerarlos todos en este espacio resultaría interminable.
Pero es afable al menos mencionar algunos parteaguas en la historia del cine: “2001: Odisea del espacio” (1968) de Stanley Kubrick, “Solaris” tanto la versión de Andrei Tarkovsky de 1972 como la versión realizada 30 años después de Steven Soderbergh, “Alien el octavo pasajero” de Ridley Scott en 1979. Por supuesto la saga de “Star Wars”, que comenzó en 1977 de la mano de George Lucas, por mencionar algunas.
A partir del 2012, la propuesta de cintas que toman como eje central el espacio y otros mundos ha llegado con firmeza y amplia aceptación de los cinéfilos, curiosamente hasta este 2015, arriba un filme por año.
“Prometheus” del prolífico cineasta Ridley Scott, llegó hace tres años para contar una historia alterna del mismo universo que él creó con “Alien”. En la nueva cinta exploró los orígenes de xenomorfo y de los “ingenieros” quienes se supone crearon vida en distintos sistemas solares.
Un año después llegaron los Cuarón con “Gravedad”, donde Alfonso con su hijo Jonás, desarrollaron un guión en respecto a la supervivencia de una astronauta que pierde el rumbo cuando la misión espacial en la que se encuentra sufre un accidente.
La película se hizo acreedora de siete Premios Oscar en 2014.
Para noviembre del 2014 Christopher Nolan estrenó la ansiada “Interestelar”, que narra la travesía de un grupo de viajeros que se adentra en un hoyo negro para descubrir si es viable la vida fuera de este planeta.
El proyecto contó con el apoyo del académico Kip Thorne, quien con sus teorías de física los hermanos Nolan se inspiraron para escribir el guión.
El 2 de octubre de este año Scott vuelve al espacio, específicamente al planeta Marte con “Misión Rescate”, ficción en la que Mark Watney (interpretado por Matt Damon) se queda atrapado en el Planeta Rojo y tendrá que hacer lo posible por sobrevivir, mientras la NASA y sus compañeros en la nave “Hermes” hacen lo posible por rescatarlo.
Tal vez el mundo ha sido corrompido por la mano del hombre, al grado que en la imaginación solo quede el apelar a aquello que Tomás Moro presentó en “Utopía” hace 499 años, un espacio nuevo donde empezar de cero con nuevas filosofías, nuevos pensamientos, nuevas maneras de vivir.
¿Acaso allá afuera –en el espacio– se encuentra una nueva utopía?