La pregunta de los 64 mil

Los ausentes en el discurso de tres minutos fueron directivos y dueños de la televisora. Ferriz de Con no mencionó a Olegario Vázquez Raña, ni a Vázquez Aldir, propietarios del consorcio de medios que aglutina a Grupo Imagen en radio, Cadena Tres en televisión y el periódico Excélsior.

Tampoco mencionó a Ernesto Rivera, director general y ejecutivo a cargo del “buen funcionamiento” de las empresas de comunicación pertenecientes a Grupo Ángeles. Sí, el de los hospitales, del que también son parte los hoteles Camino Real.

Juan Carlos Altamirano Juan Carlos Altamirano Publicado el
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Los ausentes en el discurso de tres minutos fueron directivos y dueños de la televisora. Ferriz de Con no mencionó a Olegario Vázquez Raña, ni a Vázquez Aldir, propietarios del consorcio de medios que aglutina a Grupo Imagen en radio, Cadena Tres en televisión y el periódico Excélsior.

Tampoco mencionó a Ernesto Rivera, director general y ejecutivo a cargo del “buen funcionamiento” de las empresas de comunicación pertenecientes a Grupo Ángeles. Sí, el de los hospitales, del que también son parte los hoteles Camino Real.

Resulta extraña la omisión, porque si la salida hubiera sido tersa y voluntaria, los primeros en ser mencionados serían los personajes que hicieron posible y permitieron el hecho de que Pedro Ferriz de Con se hiciera de un cuadro  exponencialmente importante en los medios masivos de nuestro país.

Los mismos a los que Ferriz sirvió durante momentos clave. Contra senadores, diputados, partidos, candidatos y todo aquél o aquella que representara una amenaza para el fortalecimiento del joven grupo de medios formado durante el sexenio foxista-sahagunista.

El periodista utilizó las plataformas a su alcance –radio y  prensa escrita a nivel nacional, televisión abierta en DF y restringida a través de satélite- para difundir abierta y convenientemente su apoyo a los gobiernos panistas.

La emisora radial con fuerte presencia en el país es casi inentendible sin los comentarios editoriales que Ferriz realiza en cabina y que para muchos mexicanos, especialmente de clase media alta hacia arriba y en un rango de edad que rebasa los 50 años, resultan coherentes y agradables.

En ese contexto, pareciera que en el mundo de Pedro Ferriz de Con no existe motivo aparente para dejar “la silla” que buscó durante tantos años. Salvadas las distancias de impacto mediático, es la misma a la que Joaquín le da vueltas cada noche a eso de las once con quince.  

Existen toda clase de versiones al respecto. Quizá la más vista, escuchada, o leída es la que apunta a un primer cobro de factura -al más puro estilo del viejo PRI- entre un medio y gobierno entrante.

La prueba con la que se sustenta esta interpretación es una conferencia ofrecida por Ferriz de Con en noviembre de 2011 subida a YouTube y en el que se observa y se escucha al periodista denostando a Enrique Peña Nieto, entonces precandidato del PRI a la presidencia.

Rumor o verdad, el asunto de la abierta animadversión de Ferriz de Con hacia el virtual presidente electo es un hecho grabado, aunque no implica que su renuncia se haya “originado” en el bunker de Buenavista.

Si así fuera, la pregunta de los 64,000 es ¿Por qué Pedro Ferriz de Con salió repentinamente del noticiero de Cadena Tres? La respuesta nos la dio el mismo Ferriz en su despedida al aire. Porque se va a su casa, a callar.

Justo lo contrario a lo que aspiramos y lo que diariamente buscamos los que apoyamos la libertad de expresión. Hoy más que nunca debemos escribir, grabar, editar, hablar, cuestionar, exigir, dialogar, nunca a callar.

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