La presión es de CR7
Pocos, muy pocos, son los futbolistas que se atreven a arrebatarle el balón a quién sea para asumir la responsabilidad de patear un penalti decisivo en tiempo de prórroga con la presión a tope como en olla exprés, jugándose el pase a la Semifinal de Champions y, por si fuera poco, cuando JUVENTUS, equipo rival, […]
Alfredo Domínguez MuroPocos, muy pocos, son los futbolistas que se atreven a arrebatarle el balón a quién sea para asumir la responsabilidad de patear un penalti decisivo en tiempo de prórroga con la presión a tope como en olla exprés, jugándose el pase a la Semifinal de Champions y, por si fuera poco, cuando JUVENTUS, equipo rival, el portero rival Gianluigi BUFFON, el técnico rival y medio mundo (literal) por la TV alegando que es un robo ese penalti porque el mundo del futbol protege al Real Madrid.
ÉSTE FUE EL ESCENARIO
Que encaró CRISTIANO RONALDO con el hambre de ser más grande, echándose al Real MADRID y sus blasones al hombro, asumiendo ese riesgo monumental como el líder que es de esta generación del Real Madrid, así, sin más, observa con aparente frialdad como el arquero BUFFON pierde la cabeza empujando e insultando al árbitro inglés Michael OLIVER que nunca dudó en marcar la falta ya en tiempo de prórroga, muchos dicen que no debió marcarla porque era dudosa, polémica y además en el último minuto de una remontada épica por parte de la JUVE. La realidad es más dolorosa para los italianos cuando Oliver marca sin dudar la falta del defensa BENATIA encimando a Lucas Vázquez que colabora haciendo más aparatosa la caída, toda la Juve se fue sobre el silbante, Buffon pierde control, lo empuja por detrás, lo insulta, Oliver lo expulsa, se arma zafarrancho…
¿Y CRISTIANO?
Él se zafa de todo este caos, toma el balón, nada pregunta, el esférico siempre le ha pertenecido, aprovecha esos segundos y minutos para su autocontrol y concentración, ése es su liderazgo sin cuestión, si hay la más pequeña duda o nervios, eso jamás lo reflejará aunque por dentro podría estar revolucionado a tope, los de la Juve siguen en su escándalo acosando al silbante, Cristiano separa a alguno de sus compañeros que se enganchan, va por el balón, es rodeado por los de Juventus, no escucha o hace que no escucha, entra el arquero suplente que lo reta, CR7 voltea a su izquierda para no mirarlo, viene el silbatazo se enfila, ¡PUM!, tirazo a media altura imparable y el Real MADRID se mete a semifinales, lo que se diga a partir de ese momento sale sobrando, CR7 sabe vivir convirtiendo la presión en un factor a su favor, por eso es una LEYENDA viviente… así de fácil…