Es casi un hecho que mañana la Reforma Laboral pase el último obstáculo y sea aprobada en el Senado, en donde la unión del PRI y el PAN garantizan 90 votos a favor, de los 128 del total de la cámara alta. Como quien dice este arroz ya se coció.
Este es un triunfo para el PRI y una clara derrota para “las izquierdas” comandadas por el PRD, que nada pudieron hacer frente a la aplanadora de azules y tricolores.
Pero habrá que destacar que los del PRD, PT y el Movimiento Ciudadano fueron víctimas de sus propios errores.
La desorganización privó entre los diputados perredistas que se pelearon entre sí y no lograron ponerse de acuerdo para al menos negociar algunos artículos que pudieron echar atrás.
Baste citar el caso del coordinador perredista Silvano Aureoles, quien reconoció que al abandonar la sesión los legisladores de la izquierda dejaron el campo libre a los priistas para sacar las reformas como ellos querían.
Lo que dibuja sin dudas lo que está pasando en ese bloque.
Si se hubieran quedado muy probablemente habrían logrado, al unirse al PAN, un cambio en la democracia sindical, que ya fue desechado en la reforma.
Sólo necesitaban 60 votos para lograr la apertura y derrumbar la vieja estructura sindical. Casualmente fueron 60 diputados los que abandonaron la sesión.
Por si esto no fuera poco, el diputado del PT Adolfo Orive votó en contra de la apertura al voto libre, secreto y directo de los trabajadores para elegir a sus dirigentes sindicales.
Esto le provocó gritos de “traidor” de sus correligionarios, que reclamaron su voto al también representante petista en la Comisión de Trabajo y Previsión Social
Lo único que queda claro, después de todo esto, es la falta de liderazgo y lo mal organizados que están.
Ahora la estrategia que está anunciado la izquierda es que a través de marchas, como la convocada por el PRD del Edomex, buscarán detener la reforma, lo que se ve ya casi imposible.
Es decir, tomar las calles al no tener capacidad de negociación en la tribuna parlamentaria.
Ferrari insiste
Aunque ya está por irse Bruno Ferrari le sigue dejando sus recuerdos a los empresarios y consumidores mexicanos.
Prácticamente pasó desapercibida la nueva apertura que nos decretó el secretario de Economía la semana pasada. Esta vez es la eliminación de aranceles a la importación de aceites comestibles y granos oleaginosos.
El arancel se redujo al 3 por ciento y para el 2014 se eliminará totalmente.
Y todo esto se hace con el pretexto de contener la inflación y apretar a la industria nacional para que sea más “eficiente” que ya no ve lo duro sino lo tupido de las acciones de esa secretaría, que abre unilateralmente la economía sin negociar reciprocidades ni investigar prácticas dumping.
Sólo busca a través de incrementos en la oferta de productos, vía la importación, bajar los precios sin estructurar una política de fomento industrial para el país.
Otro “recuerdito” más que se une, por ejemplo, a la apertura de manufacturas, textiles y calzado de procedencia oriental, particularmente chino.
El dos de octubre
Hoy se recuerda el 44 aniversario de la tragedia de Tlatelolco. Habrá algunas marchas y se espera una protesta afuera de la Cámara de Diputados.
YoSoy132 también han anunciado que harán algún pronunciamiento y también marcha.
¿Es esta la mejor manera de recordar un hecho tan doloroso en la historia nacional?
