Redactar una Constitución en seis meses no es cosa fácil y ese es el periodo en el que tendrá que quedar listo el documento que conformará la próxima Asamblea Constituyente como parte de la Reforma del Distrito Federal. Seis meses para un documento que esperó más de una década. Y a eso habrá que ponerle como grado de dificultad que ni el INE, ni la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y tampoco el Gobierno del Distrito Federal contemplaron presupuesto para estos menesteres. Por eso, el órgano electoral y el GDF tiene contemplados solicitar ampliaciones presupuestales. Así que en tiempo récord y sin lana eso de hacer una Constitución promete ser una tarea complicada.
Para echar la culpa
Ahora sí los partidos de oposición encontraron la forma perfecta de lavarse las manos en caso de que -otra vez- alguien cercano al crimen organizado se les meta hasta la cocina. Ayer, los líderes nacionales del PAN y el PRD entregaron una petición a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado para pedir a la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional que emita un protocolo para evitar que el Congreso o las campañas sean infiltradas por el crimen. Ahora habría que cuestionar a los líderes partidistas qué están haciendo al interior para evitar que eso ocurra. Porque si dejan toda la responsabilidad a órganos externos, como el Congreso o la PGR, lo más seguro es que pronto estemos escuchando un discurso donde, si se descubren los nexos de algún político con el crimen, la culpa sea de todo mundo menos de los partidos que los postularon como candidatos.
Sabrá Dios
Mucho se ha especulado tanto entre políticos como entre ciudadanos sobre los mensajes que dará el Papa Francisco en su visita a México. Obvio, como en toda especulación, se ha dicho que dirá de todo y que hasta incomodidad pueda causar. Lo cierto es que ayer hubo dos posturas oficiales al respecto. Por un lado, Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, adelantó que el gobierno federal no va a intervenir en lo que diga o no diga. El nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, también fijó postura y adelantó que ni él ni nadie le van a decir al máximo representante de la Iglesia católica de lo que deba hablar. ¿Conclusión? Solo Francisco I sabe lo que dirá en sus discursos en su visita a México.