Si Felipe Calderón creyó alguna vez que había convencido al entonces presidente electo de que no había otra opción más, que la continuidad de su estrategia de guerra, se equivocó rotundamente.
Ayer Peña Nieto no solo anunció un gran golpe de timón para lograr un México en paz en un marco de respeto a los derechos humanos.
También instruyó a su secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, para que presentara ante los miembros del Consejo un diagnóstico que resume el fracaso de Felipe Calderón.
Sin pelos en la lengua Osorio Chong dijo que, a pesar de que los recursos destinados a la seguridad crecieron más del doble en el sexenio de Calderón, los delitos se incrementaron.
El secuestro creció en 83 por ciento. El robo con violencia 65 por ciento. La extorsión 40 por ciento. Los delitos sexuales, 16 por ciento.
El robo en carretera, más de 100 por ciento, y el robo de vehículos asegurados se ha duplicado.
Y por si Calderón o los calderonistas quisieran justificarse con el argumento de que en América Latina hay países con mayores índices de criminalidad, el secretario Osorio Chong dio un dato contundente:
“La tasa de crecimiento de homicidios se ubica en una de las mayores del mundo”.
Y por si Genaro García Luna y Felipe Calderón nunca se dieron cuenta que su política de echarle la culpa a los gobernadores nunca fue acertada, el ex gobernador de Hidalgo remató diciendo:
“No creemos en el discurso que reparte culpas, justificaciones, ineficiencias o pretextos. Entendemos que el éxito o fracaso, es responsabilidad de todos”.
Violación de derechos humanos
Por si le faltan datos al ex gobernador Humberto Moreira en su denuncia contra Felipe Calderón en el Tribunal internacional de La Haya, bien podría anotar lo que reveló ayer el secretario de Gobernación.
Osorio Chong dijo que la segunda causa de defunción para los mexicanos son las ejecuciones.
Que la Comisión Nacional de Derechos Humanos registró 8 mil 902 quejas por tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes en el periodo 2005-2011.
Que en la sociedad existe la percepción de que la corrupción y los crímenes de quienes lastiman a la sociedad, no son castigados.
Y que en los últimos años, como producto de la violencia relacionada al crimen organizado, han muerto miles de personas y también, se encuentran miles de desaparecidos.
Lo asombroso del caso es que con todas estas evidencias el panista Juan Molinar todavía salga en defensa de Felipe Calderón argumentando que fue un presidente “valiente”.
¿Gendarmes o policías federales?
Lo que si no quedó muy claro en la sesión del Consejo de Seguridad fue lo de los 10 mil gendarmes que anunció Peña Nieto.
Y es que si uno se atiene a la definición de gendarme, el término tiene un significado distinto según el país de que se trate, incluido México.
Son muy diferentes los gendarmes de la pantera rosa de los franceses, a los de la guardia civil española o al “gendarme de la esquina” de la canción del hijo del albañil.
Ahora que si lo que el presidente quiso decir, fue que se va a crear un cuerpo de policía militarizada, habría que recordar que cuando se creó la Policía Federal Preventiva, el Ejército le prestó tropas a esa institución.
Para el 2007, casi el 60 por ciento del personal de la PFP era de origen militar.
Una cosa es que Genaro García Luna haya pervertido la institución, y otra muy distinta que se tengan que crear más y más cuerpos de policía.
¿Cuáles serán las funciones de la Policía Federal y cuáles las de la Gendarmería?