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La adrenalina que causan las películas de espionaje es curiosamente peculiar, ya que somos testigos de la acción pero no sabemos los detalles completos de la intriga.
Así, tenemos que construir el rompecabezas de la trama a la par de los protagonistas. Ese misterio es un sabor único y adictivo.
“Misión: Imposible” es una franquicia que a casi 20 años de su lanzamiento en el cine –la primera cinta con Ethan Hunt, encarnado por Tom Cruise, se estrenó en 1996–, solo ha presentado cinco películas con un claro paso de los años entre una producción y otra.
Muy diferente a otras sagas que han hecho su agosto en menos tiempo y con más filmes bajo el brazo.
Tom Cruise ha sido el eje central de la franquicia, pues ha sido actor y productor de la misma.
De hecho, Cruise es el “culpable” de que estas cintas sigan su curso y a su vez tengan espaciada su realización. Por sus múltiples compromisos fílmicos las producciones se han ido retrasando con el paso del tiempo.
Pero su público ha sabido esperar y favorecer a esta saga en la taquilla: cada vez que llega una nueva misión imposible a la pantalla el éxito es rotundo en la ganancia.
Las cuatro cintas estrenadas al momento han superado su presupuesto y han tenido una recaudación entre los 400 – 600 millones de dólares.
Pero más allá del dinero que genera y de saber que no es una saga esperada con ansia, ¿qué determina que el equipo de espías liderado por Hunt siga adelante? ¿Acaso tendrán que pasar 20 años más para tener otras cinco películas? ¿Aguantará Cruise la carga de trabajo hasta los 70 años?
En la nueva entrega titulada “Misión Imposible: Nación Secreta” se nota la maduración del equipo de trabajo a cuadro, por lo que la franquicia toma seriedad apostando a perpetuarse como una competencia al acérrimo espía británico: James Bond.
Aproximadamente han pasado entre cuatro y seis años entre la producción de cada película. Y para la que se supone será la sexta entrega, Paramount Pictures se puso a trabajar en ello desde antes de lanzar “Nación Secreta”.
Por ende, es muy probable que meterán velocidad para traer a Cruise y al resto de actores en el menor tiempo posible.
El mismo Tom Cruise piensa que cada una de las películas que se han hecho de “Misión: Imposible” no se consideran secuelas, sino filmes independientes. Esto ayuda a que se tome a la ligera el tiempo entre una producción y otra, haciendo el proceso lento pero seguro.
Habrá que ver cuántas misiones más aceptará Tom Cruise para encarnar a Ethan Hunt, antes de que se le acaben sus años de piruetas y saltos, sin utilizar dobles.
Al final, todo puede terminar en tan solo 5 segundos.
