Ley Olimpia Nacional

Indira Kempis Indira Kempis Publicado el
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¿Te acuerdas cómo empezó todo esto? El día en que una mujer decidió no quedarse callada y denunciar públicamente a su agresor, quien había difundido contenido digital sexual de ella sin su consentimiento. Esto, sin duda, atenta contra la integridad, la intimidad, la libertad, la vida privada, de las mujeres. Esa mujer se llama Olimpia. La que al romper el silencio, inició un movimiento de punta a punta del país para hacer justicia.

Lamentablemente, no es la única. En otros casos, las consecuencias han sido más dolorosas. Quienes somos usuarias cotidianas de Internet, lo sabemos. No es un espacio seguro para nosotras. Con ligereza y facilidad, nuestros agresores están “libres” para lastimar, denostar, difamar, acosar, amenazar. Todas tenemos una historia y no nos debemos acostumbrar o esperar a que se comentan delitos graves.

Por eso, muchas mujeres estamos convencidas que el futuro de México será libre de violencia para las mujeres o no será. Internet debe ser, por tanto, también un espacio seguro para nosotras.

El dictamen que fue aprobado por unanimidad en el Senado de México define, por fin, la violencia digital y mediática. Así como sus sanciones respectivas. Es la responsabilidad penal junto con otras medidas, las que pueden hacer que se cierre la puerta a las violencias en lo digital como en lo real. Insistimos, la vida digital de las mujeres a estas alturas no es un anexo, es una extensión de la vida real.

De tal manera que con estas modificaciones a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se define violencia digital:

“Son los actos de acoso, hostigamiento, amenazas, insultos, vulneración de datos e información privada, divulgación de información apócrifa, mensajes de odio, difusión de contenido sexual sin consentimiento, textos, fotografías, videos y/o datos personales u otras impresiones gráficas o sonoras, verdaderas o alteradas, o cualquier otra acción que sea cometida a través de las tecnologías de la información y la comunicación, plataformas de internet, redes sociales, correo electrónico, aplicaciones, o cualquier otro espacio digital y atente contra la integridad, la dignidad, la intimidad, la libertad, la vida privada o vulnere algún derecho humano de las mujeres”.

Las colectivas feministas, la sociedad civil, la iniciativa privada y el Senado, alzamos la voz y pusimos los votos por la justicia. Para que ninguna de nosotras pase por las mismas agresiones que dominan el espacio digital.

La violencia digital duele, afecta, trastoca, la integridad y la dignidad. Y nuestros agresores SÍ tienen nombre y apellido. Cada golpe cuenta. Tenemos que parar. No más Internet como el callejón oscuro sin salida. Un espacio seguro para cada una de nosotras. Para vivir sin miedo en el ejercicio pleno de nuestros derechos y libertades.

Como muchas otras mujeres, he sido víctima y no, un espacio de poder no te da inmunidad. Todas estamos determinadas a seguir trabajando y haciendo espacios libres de violencia contra las mujeres.

Cómo escribiría la cantautora Vivir Quintana en su Canción Sin Miedo:

“Que tiemble el Estado, los cielos, las calles

Que tiemblen los jueces y los judiciales

Hoy a las mujeres nos quitan la calma

Nos sembraron miedo, nos crecieron alas.

Cantamos sin miedo, pedimos justicia”.

La Ley Olimpia a nivel nacional será una de las grandes batallas que una vez ganada, abrirá otras nuevas que dar para que este país sea uno seguro para las mujeres.

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