No es por ser aguafiestas, pero para todos aquellos que creen que la decisión de la Suprema Corte de Justicia permite que todos anden fumando mariguana sin ton ni son están equivocados. La Primera Sala decidió sobre un amparo que es exclusivo para cuatro personas. Sólo esos cuatro, que por cierto han afirmado que ni siquiera consumen la tan famosa yerba, son los que son susceptibles de la histórica decisión. Así que tranquilos todos los demás, porque a ellos les sigue aplicando la ley de la misma forma que antes. La verdad es que la postura de la Suprema Corte abrirá un debate que por muchos años estuvo esperando ser tomado en serio y por miles de razones no se hacía. Con la determinación de los ministros, sin duda quienes tendrán que entrar al quite serán los legisladores. Senadores y diputados tienen ahora la pelota de la despenalización de la mariguana en su cancha. Llegó la hora de debatir.
De Cocula y otras locuras
No es la Cocula de Jorge Negrete. Es la Cocula del estado de Guerrero, en donde su alcalde perredista Erik Ulises Ramírez Crespo fue detenido con Adán Zenen Casarrubias Salgado, líder del grupo criminal Guerreros Unidos, vinculados con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Pues resulta que primero hubo una manifestación sobre Avenida Reforma en la Ciudad de México para protestar por la detención del alcalde. Ahora sus familiares y demás ciudadanos decidieron tomar el Ayuntamiento de Cocula para presionar para que sea liberado el perredista. Bueno, resulta que los manifestantes hasta le rezaron a San Antonio de Arco, que es el santo más venerado de la región, para que las autoridades federales dejen en libertad a su presidente municipal. Se había visto de todo en Guerrero pero nada como pedir a un santo la liberación de un detenido.
Polémica por la Belisario
La decisión de otorgar la medalla Belisario Domínguez al empresario Alberto Baillères despertó las pasiones más encontradas en el Senado. Por un lado, priistas y (la mayoría de) los panistas defendieron los logros del empresario y su papel en el desarrollo del país. Por otro, senadores de izquierda reprobaron que se otorgue la presea a quien, consideran, solo ha contribuido en agrandar la brecha de desigualdad. Lo que no se vio, pero para muchos fue evidente, es el coraje que tenían varios panistas porque, como dice el dicho, les comieron el mandado y fue el PRI y no ellos quienes nominaron al empresario para recibir la presea. Punto menos para los albiazules, identificados con la clase empresarial.
