Mucho se ha hablado de los cambios en el gabinete de Enrique Peña Nieto. Que si ya se tardó, que si ya vienen, que quiénes serán.
Pues todo indica que llegó la hora. Nos dicen que pronto Aurelio Nuño dejaría su cargo en la Presidencia para estar en una curul de la Cámara de Diputados.
Lo mismo el director del Issste, Sebastián Lerdo de Tejada, y el titular de Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín. Estos cambios, cuando se realicen, obedecen a una lógica parlamentaria del presidente y del PRI.
Sin embargo hay otro cambio que no está dentro de esa dinámica y es el del director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, quien dejaría su cargo, entre otras cosas, por amplias diferencias con los altos mandos de la Secretaría de Hacienda. Lo peor será que a la posible salida de Lozoya no haya una curul esperándolo.
El gaaaas
El anuncio de retirar a Gas Exprés Nieto como el principal proveedor de decenas de dependencias del Gobierno federal trae en puerta un problema. Y es que todas esas dependencias ahora tendrán que hacer contratos, valga la redundancia, exprés, para no perder el abasto y generar un conflicto mayor.
La premura puede llevar a pasar por encima de la Ley al adjudicar directamente y no hacer concursos como lo marca la Ley según el monto del contrato.
La medida sin duda es buena pero fue precipitada y sin un plan de contingencia. Y es que hace un par de días se presentó la posibilidad de desabasto en algunos edificios de la Sedena.
Este caso es emblemático porque demuestra los problemas que acarrea darle a un mismo proveedor contratos en muchas dependencias, pues la verdadera dependencia es la del gobierno con el proveedor favorito, sin él se mete en problemas.
Revés al IMSS
El Instituto Mexicano del Seguro Social que dirige José Antonio González Anaya sufrió un duro revés por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Y es que en julio del año pasado una mujer embarazada –el nombre de la paciente se ha protegido– acudió al Hospital General de la Zona Número 8 y por una negligencia médica falleció su bebé.
De acuerdo a la recomendación 05/2015 de la CNDH, el IMSS deberá indemnizar a la víctima por la pérdida de su hijo, brindarle atención médica y supervisión psicológica.
Pero lo más notable de la recomendación es que se solicita a la dependencia impartir cursos de capacitación y formación en derechos humanos a los médicos del hospital en donde se dio el incidente.
Buena por la CNDH.