Tal y como lo habíamos comentado en este mismo espacio al final de la semana pasada, el Gran Premio de México pudo, además de muchas otras ventajas y privilegios, contar con tres Grandes Premios en uno, y conste que no es un paquete comercial, es la realidad.
Lewis Hamilton, líder del campeonato del mundo y hoy campeón de la especialidad, estaría haciendo su propia carrera, es decir, buscando las matemáticas para que le dieran con exactitud el título del mundo, y no se metería con los bofetones con los que buscan ganar la carrera, o con el propio Sebastian Vettel, que tenía como misión casi imposible, superar a Hamilton y después en las dos últimas carreras tratar de alcanzarlo.
El primer Gran Premio
Fue el de Hamilton, que por si fuera poco tuvo la osadía de intentar el rebase a Vettel habiendo arrancado Lewis en la tercera posición y junto con Valteri Bottas, hacerlo sándwich y prácticamente nulificar su carrera.
No le salió la estrategia sorprendente y se tuvo que ir a la última posición cuando chocó con el propio Vettel, que a su vez había chocado con Max Verstappen y es que el ganador fue Verstappen.
Al final de cuentas Hamilton estuvo “pastoreando” el Gran Premio, no podía retirarse de la carrera, lo hubiera hecho en cualquier carrera, estar en último lugar se retira y se acabó, pero aquí tenía que terminar rodando para sacar por ahí un puntito, que es lo que consiguió, pero sobretodo cuidar el auto y festejar como lo hizo.
El segundo Gran Premio
El de los bofetones, los dos Red Bull, de Verstappen y Ricciardo, los dos Ferraris de Kimmi y Vettel y desde luego Valtieri Bottas con el otro Mercedes que saldría como kamikaze.
Al final del camino, después de la maniobra en la primera curva, Verstappen se fue, a tal grado que el Gran Premio se convirtió en algo predecible y hasta aburrido para muchos y el gran animador fue Vettel, que de la posición 15 alcanzó el cuarto lugar y Raikkonen el tercero.
El tercer Gran Premio
Es el de la guerra particular entre Sergio Pérez y Esteban Ocon.
Durante todo el fin de semana Ocon estuvo, no le digo que pintándole la cara pero sí superando a “Checo”, como lo hizo también en Austin.
Aquello de que no lo deja pasar, que lo bloquea, la gente abucheaba a Ocon en el Foro Sol con esta carga de patrioterismo que al final de cuentas no cabe aquí por una sola razón, porque cada piloto hace su propia carrera y cada piloto lo primero que quiere hacer es superar a su compañero de equipo porque ahí está la tarea con los fierros iguales, así las cosas pues, las tres carreras resultaron ahí en la pista del autódromo.
¿Con qué me quedo?, con el carnaval de calaveras del principio, con el Fuerza México y sobre todas las cosas con la vuelta 19 cuando todos, convocados de forma espontánea, levantamos el puño en memoria de aquellos que perdieron la vida y los que siguen damnificados por este terrible mes de septiembre.
Fuerza México y el Gran Premio de México cumpliendo con esta gran labor social, por ahí hay 900 escuelas que se estarán construyendo con el apoyo del Gran Premio de México y la Fórmula Uno.
Hasta el próximo Gran Premio.