Si todo funciona como está planeado, cerca de 3 mil 937 burócratas de alto nivel del gobierno federal, podrían perder su chamba en cuanto tome posesión Enrique Peña Nieto.
Y no es que el priista esté pensando adelgazar el obeso aparato gubernamental que le heredan los del PAN.
La tirada del futuro presidente es que todas esas plazas sean ocupadas por gente de su confianza.
Y eso solo se puede hacer mediante una reforma de la Ley del Servicio Civil de Carrera que promulgó Vicente Fox con el fin de eternizar en buenos puestos a todos los que recomendara el PAN. O fueran cuates.
Como es lógico suponer, la burocracia de los amigos y de los azules creció aún más con Felipe Calderón.
Ante la aprobación del dictamen que reformará la ley Fox, de la inamovilidad panista, algunos senadores como Javier Corral protestaron.
Arguyen que la aprobación de la reforma vendrá a “reinstalar el amiguismo y el compadrazgo” como si en el gobierno de Fox y en el de Felipe Calderón esas malas mañas se hubieran desinstalado.
Nuestro más sentido pésame a la “estrategia” fallida de los compañeros del Yunque, representados por Ramón Muñoz.
¿Aguantarán sin chambas otros 70 años?
Le ganan las prisas a Vizcarra
A Jesús Vizcarra Calderón, propietario de la empresa Sukarne, le urge conseguir este mes las autorizaciones de la Semarnat para el controvertido proyecto ganadero que pretende instalar en la zona citrícola de Nuevo León.
La urgencia obedece a motivos políticos principalmente.
El ex candidato del PRI a la gubernatura de Sinaloa es uno de los que suenan para ocupar la Sagarpa en el próximo gobierno federal.
El político sinaloense está preocupado por las formas y no quiere que se piense mal si estos permisos son liberados por la Semarnat, en caso de que se convierta en funcionario federal.
Por lo pronto ayer un juez federal concedió una nueva suspensión en contra de este proyecto que impulsa Sukarne en el municipio de Montemorelos.
Protestas y te vas
Los diputados que integran la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados finalmente llegaron a un consenso para disminuir los riesgos de trifulcas en la toma de posesión del primero de diciembre.
La fórmula es muy sencilla. Entre menos dure la ceremonia, menos posibilidades hay de que volvamos a ver una batalla campal como en 2006.
Lo que en esencia no es otra cosa que la estrategia que se le ocurrió al canciller Castañeda cuando le aconsejó a Fox que le ordenara a Fidel Castro, el “comes junto a mí” y después “te vas a volar a donde quieras.”
¿Les tocará esta vez a los del PAN interpretar el papel de entrar gritando ondeando sus banderitas como lo hicieron los del PRI hace seis años?
La resistencia perredista de Marcelo
Lo que quedó de la intelligentia del PRD después de la desbandada a Morena, se reunió ayer por la mañana para generar una tormenta de ideas de cómo protestar contra Peña Nieto.
No sólo no hubo tormenta, sino que ni siquiera chispeó.
Y es que a pesar de seis años de experiencia del todavía jefe de Gobierno, la propuesta de Marcelo Ebrard no tuvo una buena acogida en el grupo de los Chuchos.
Y es que eso de formar “gabinete de sombra” perredista que le marque el paso a Peña Nieto, además que ya está muy trillado, tendría que pasar necesariamente por el nombramiento de un “presidente legítimo” que coordine al gabinete.
Y ni modo que haya dos, si también se trata de reconocer al priista.
Ya solo faltan 9 días.
