Aunque al presidente del PRI, César Camacho, se le hace tarde para que Andrés Granier sea expulsado del partido, lo cierto es que el exgobernador de Tabasco, si se lo propone, podría seguir siendo priista un buen rato.
Y es que no porque el presidente del PRI, o Roberto Madrazo, quieran que el exgobernador tabasqueño salga de las filas del tricolor, el químico Granier va a salir.
De acuerdo con los estatutos del PRI, se requiere primeramente que se instaure debidamente el proceso y que se respete el derecho del exgobernador a defenderse.
De otra forma, a los priistas les podría pasar exactamente lo mismo que a los panistas cuando fallaron en su intentona para expulsar al exgobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso, en agosto del 2008.
Lo que hay que aplaudirle al presidente del PRI es haber tomado al toro Granier por los cuernos al condenarlo públicamente.
Y no haber hecho lo que hizo el presidente del PAN, Gustavo Madero de salir a defender públicamente a los Yunes Linares a pesar de las abundantes evidencias de su enriquecimiento ilícito.
Madero debería aprenderle a Camacho a cortarse hasta la mano, si esa mano es motivo de escándalo.
Intentarán salvar al PAN
Seguramente con la intención de frenar la caída libre de Accion Nacional, cinco exgobernadores panistas iniciarán hoy el movimiento “Panistas por México”.
En el evento estarán: Alberto Cárdenas Jiménez, Carlos Medina Plascencia, Ernesto Ruffo Appel, Fernando Canales Clariond y Fernando Elizondo Barragán.
“El ausente” Mancera
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, está enfrentando su primera prueba de fuego con el misterioso caso de los desaparecidos o “ausentes” como insiste en llamarles.
El problema del gobierno ausente de Mancera ya lleva más de una semana sin que el gobierno del DF haya podido hacer siquiera un control de daños.
Lo peor para Miguel Ángel Mancera, quien siguiendo un torpe consejo de sus asesores en comunicación, es que insiste en hacer creer que la presencia de los cárteles en la Ciudad de México no existe y que sigue siendo tan segura como cuando gobernaba Ebrard.
Una cosa es que hasta ahora no haya ejecuciones, como las que se dan otras ciudades del país, y otra muy distinta es que los cárteles no tengan presencia en la Ciudad de México.