Mientras los que se las dan de “expertos”, y representantes de las víctimas y de la seguridad, discutían cómodamente en el Quinto Foro Nacional de Seguridad y Justicia, 10 madres con hijos desaparecidos se pusieron en huelga de hambre para exigir que los responsables de la seguridad y la procuración de justicia del país, las reciban y las atiendan.
Las desesperadas madres dicen que están ahí para exigir una reunión en la que estén el secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong, el procurador general de la República Jesús Murillo Karam, y hasta Manuel Mondragón para que, en presencia del presidente Peña Nieto, “ya dejen de echarse la bolita entre ellos” y les digan quién será el responsable de buscar a sus hijos desaparecidos.
Obviamente ninguna de estas madres se apellida Moreira, Wallace o Sicilia.
No está por demás recordar que otorgando certificados de impunidad, no hay justicia.
Y que mientras no haya justicia, no habrá paz.
No importa el número de foros, reformas y pactos que se hagan.
¿Sabrá qué es un sinvergüenza?
El procurador Federal del Consumidor, Humberto Benítez, se equivocó al declarar públicamente que nunca pensó en renunciar por los delitos cometidos por su hija, al usurpar su autoridad como procurador.
Si este mismo suceso se hubiese dado en un país en el que los funcionarios públicos tuvieran algún sentido de la vergüenza, está claro que Humberto Benítez hubiera pensado en renunciar al cargo, y lo hubiera hecho sin que se lo pidieran.
La gran ausente
Nos reportan que algunos que asistieron al encuentro de voceros presidenciales en la Universidad Iberoamericana, salieron un tanto desilusionados.
Hubieran querido escuchar alguna que otra anécdota realmente asombrosa de parte de las dos únicas mujeres que han sido voceras de la presidencia.
Y es que los asistentes no tuvieron la oportunidad de escuchar alguna anécdota de la señora Marta Sahagún de Fox.
Por ejemplo, alguna explicación del por qué algún embajador decía que Marta Sahagún era muy capaz porque en la noche hablaba con el presidente, y en el día hablaba por el presidente.
Y aunque Alejandra Sota sí asistió, tampoco explicó por qué la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, le dijo como le dijo en una conversación telefónica cuya grabación supuestamente estuvo a cargo de Genaro García Luna.