Más allá del mar
El mundo inexplorado, ese que nos excede en proporción, que poco sabemos de él, ese que se fusiona entre el azul del cielo y el horizonte que se vuelve cristalino ante la mirada inocua del ser humano.
El mar como frontera natural entre la tierra y el hombre, fue el dominio de un científico francés que se aventuró a navegar más allá de lo evidente.
De ese incansable ícono submarino, es que a 20 años de su muerte, se estrena “La odisea” (2016), que cuenta la vida fuera y dentro del océano del investigador Jacques-Yves Cousteau.
Hidalgo NeiraEl mundo inexplorado, ese que nos excede en proporción, que poco sabemos de él, ese que se fusiona entre el azul del cielo y el horizonte que se vuelve cristalino ante la mirada inocua del ser humano.
El mar como frontera natural entre la tierra y el hombre, fue el dominio de un científico francés que se aventuró a navegar más allá de lo evidente.
De ese incansable ícono submarino, es que a 20 años de su muerte, se estrena “La odisea” (2016), que cuenta la vida fuera y dentro del océano del investigador Jacques-Yves Cousteau.
La producción belgo-francesa fue inspirada en el libro “Capitaine de La Calypso”, escrito por Albert ‘Bébert’ Falco e Yves Paccalet, colaboradores cercanos a Cousteau en varias de sus expediciones a ultramar.
Este homenaje al oceanógrafo es protagonizado por Lambert Wilson, quien encarna al hombre que se vuelve obseso por estudiar las profundidades de los siete mares, el retrato de este personaje está bajo la dirección de Jérôme Salle, quien no escatima en mostrar a Cousteau como una persona endeble ante las pasiones carnales, con problemas económicos, más la sed por el triunfo y reconocimiento.
El filme abarca la vida desde que el francés era un oficial de la Marina Nacional de Francia, antes de que tuviera la visión de echar a andar su embarcación efigie, el Calypso, pasando por momentos cumbres como el de su primer matrimonio con Simone Melchior o cuando conoce a Bébert (interpretados por Audrey Tautou y Vincent Heneine, respectivamente), un joven admirador que se une a las filas de Cousteau por compartir el amor hacia la mar.
Otro de los méritos de “La odisea” es mostrar la faceta de cineasta, realizador y productor que tuvo el investigador, ya que al recorrer con su expedición los mares, documentaba todo a cuadro, haciendo una suerte de reality inintencionado de su tripulación en búsqueda de nuevos misterios acuáticos.
Hay que recordar que Cousteau fue el primero en ganar la Palma de Oro en Cannes por “El mundo del silencio” en 1956 con un documental, siendo el insurrecto Michael Moore el que destronara este honor 40 años después con “Fahrenheit 9/11”.
“La odisea” es para todos aquellos seguidores amantes de las travesías al interior del océano, para quienes fueron fieles admiradores del capitán que se atrevió a ir más allá de lo conocido, para los soñadores empedernidos que también desean alcanzar los confines del mundo abisal que hasta hoy permanece casi en incógnita.