Margarita también quiere

No nada más Marta Sahagún reapareció en el escenario político nacional la semana pasada. También lo hizo Margarita Zavala de Calderón, quien reapareció en Monterrey en un acto organizado por la Secretaría de Promoción Política de la Mujer, del PAN de Nuevo León.

Los propósitos de Felipe Calderón son más que evidentes.

Primero, lanzar a su esposa a la presidencia del PAN para apoderarse del partido. 

Segundo, lanzar a su esposa como candidata a la presidencia de la República para suceder en el cargo a Enrique Peña Nieto. 

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No nada más Marta Sahagún reapareció en el escenario político nacional la semana pasada. También lo hizo Margarita Zavala de Calderón, quien reapareció en Monterrey en un acto organizado por la Secretaría de Promoción Política de la Mujer, del PAN de Nuevo León.

Los propósitos de Felipe Calderón son más que evidentes.

Primero, lanzar a su esposa a la presidencia del PAN para apoderarse del partido. 

Segundo, lanzar a su esposa como candidata a la presidencia de la República para suceder en el cargo a Enrique Peña Nieto. 

Aunque ciertamente soñar no cuesta nada, habrá qué ver hasta dónde pude llegar la señora Zavala con el lastre del repudio generalizado a Felipe Calderón por su pésima gestión, y el de las travesuras que puedan haber llevado a cabo sus hermanos, sobrinos y primos.

Los adversarios de Margarita sostienen que no sería difícil que salieran a la luz pública algunos hechos que harían ver a Marta Sahagún como una santa, al lado de Margarita Zavala. 

De estrategias a estrategias

Tiene razón Gustavo Madero al decir que la pacificación de Michoacán no se resuelve con un acuerdo político. Pero evidentemente se equivoca al sostener que Enrique Peña Nieto está acudiendo a la misma estrategia que utilizó Felipe Calderón al mandar al Ejército. 

Una cosa es que el gobierno federal haga uso de las fuerzas militares, entre otras medidas, y otra muy distinta es que antes se simulara resolver los problemas de ese estado con violencia, michoacanazos y violación a los derechos humanos. 

La mejor prueba de que son diferentes estrategias, es que los aliados de Genaro García Luna, a través de la Policía Federal, dejaron mal parado al Ejército en una operación evidentemente concertada, al hacer aparecer que la “policía comunitaria” de Buenavista Tomatlán doblegó al Ejército Mexicano.

Después de haber visto videos y fotografías de lo acontecido en Buenavista Tomatlán, no se necesita ser un Sherlock Holmes para concluir que muchos de esos policías comunitarios no se parecen en nada a los campesinos limoneros de la región.

Basta con observar detenidamente su aspecto para deducir que esos “policías comunitarios” son de los que salieron con 10 en los exámenes de confianza de Genaro García Luna.

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