“A mí lo que más me preocupa es no tener dinero para comer. Hace un año me quedé sin trabajo por la pandemia y me tuve que venir a trabajar como informal vendiendo pan y café afuera de bancos o de las escuelas, ahora que ya regresaron a clases. Los trabajos son escasos y de poca paga”, me contó Alberto Castillo, quien era jefe de producción en una empresa.
En su trabajo tenía un salario que le permitía cubrir sus gastos, pero debido a la contingencia sanitaria bajó la producción y hubo recortes de personal.
“No es bueno ser informal porque no tienes seguro social ni una entrada fija cada quince días, pero de eso a nada, es mejor traer unos pesos en la bolsa. Las deudas te pueden acabar, así que mejor hay que pagarlas poco a poquito. La economía del país va de mal en peor”, aseguró “don Beto”, como lo conocen sus clientes.
Las firmas Vanguard, Aon e Invested, presentaron el estudio denominado “Bienestar Financiero, Reporte México 2022”, en el que señalan que el 53.76 por ciento de los mexicanos están agobiados por problemas de dinero, siendo ésta la preocupación número uno para millones de familias.
El estudio indica que más del 86 por ciento de los mexicanos vive endeudado y cargado de cuentas pendientes, lo que significa que seis de cada 10 pierden más de la mitad de su ingreso en deudas.
Recientemente, el (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) INEGI reportó que 31.6 millones de mexicanos viven de la informalidad, es decir, 56 de cada 100 mexicanos ocupados tienen un trabajo informal, lo que los deja sin la garantía de un contrato, servicios de salud, prestaciones como el reparto de utilidades, aguinaldo, pensión, vacaciones y derecho a un crédito de vivienda; además de jornadas laborales fuera de la ley e ingresos muy bajos.
Mientras que el 44 por ciento restante se desempeña en empresas y entidades públicas, por lo que 21 millones de trabajadores mexicanos carecen de servicios de salud.
El Instituto refiere que las mujeres son el sector más golpeado por la informalidad, pues hubo un repunte de 55.7 por ciento a 56.8 por ciento entre marzo de 2021 y el mismo mes de 2022.
En este sentido, Ana Hernández me platica que debido a que su esposo se quedó sin trabajo, ella tuvo que cooperar con los gastos, por lo que trabaja con una prima que vende comida los fines de semana. Le pagan 500 pesos por día.
“No hay condiciones para tener un trabajo fijo porque no tengo quién cuide a mis hijos en la semana. Es una joda trabajar así, pero es más desgastante despertar todos los días y no saber si tendrás para dar de comer. Con esto y con lo que gana mi esposo haciendo chambitas vamos saliendo poco a poco”, señala.
La economía del país no está en su mejor momento, la informalidad se ha convertido en la salvación de miles de familias mexicanas que encuentran en ella una forma práctica y fácil de adquirir dinero. No basta con contener los precios de la canasta básica, se requiere de una estrategia en conjunto entre el Estado y la iniciativa privada, empezando por entender que el sector empresarial, más que un enemigo, puede ser un gran aliado.