La Iglesia hizo ayer una dura crítica por la desigualdad que prevalece en el País. Desde el Semanario Desde la Fe condenó que la actual administración haya invertido millones y millones de pesos sin que se obtuvieran los resultados deseados.
Criticaron también lo que ocurre en estados como Chiapas y Oaxaca, en donde la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ha condicionado la ayuda en perjuicio de la educación de todos los niños y adolescentes.
Increíble esta crítica viniendo de quien viene. Porque la verdad es que también por parte de ellos hay derroche y opulencia que de alguna forma colabora con la desigualdad a la que ahora crítica con acidez. Ahora sí que en esa crítica se mordieron la lengua.
El miedo no anda…
Con mucha duda ven algunos liderazgos políticos la enfermedad que llevó al líder de la CNTE, Rubén Núñez, a estar hospitalizado un par de días en el famoso hospital de Nutrición. Y es que al interior del PRI, PAN y PRD creen que lo que llevó a este polémico líder -con salario de directivo empresarial- es que ya siente pasos en la azotea, es decir, que ahora que el Gobierno federal va en serio para desinflar el poder de los maestros disidentes, es posible que se active bien la demanda que la organización Mexicanos Primero interpuso en su contra. Y bueno, no hay quien tenga ganas de pasar en prisión unos días, por eso es que los nervios se le pusieron de punta al grado de llevarlo al nosocomio. ¿Será que los problemas de salud le comenzaron a raíz de que crecen las posibilidades de que pague cuentas pendientes?
La indignación
La comunidad periodística está indignada por la muerte del fotógrafo Rubén Espinosa. Este joven salió de Veracruz temiendo por su vida ya que en ese estado cada vez es más peligroso hacer periodismo. Vino al Distrito Federal para poder seguir trabajando en lo que más amaba. Hay quien liga su muerte con las amenazas que lo hicieron salir de Veracruz, y si las investigaciones llegaran a esa conclusión todo esto sería más indignante. Pero no hay que perder de vista que otros seres humanos murieron en esa trágica noche, y también por esas muertes se debe sentir indignación. Aunque ellos no hayan sido periodistas requieren de apoyo y sus familias requerirán fuerzas para encontrar el alivio.
