Cuando Rafael Nadal entre a la cancha este domingo a disputar la Gran Final del Abierto de Australia, primer Grand Slam del 2019, lo hará con la firme convicción y motivación de ganar ese partido como lo ha hecho siempre a lo largo de su larga y exitosa carrera, en cada juego que ha disputado, mucho más allá de récords y marcas, cierto, le daría un Grand Slam más, su segundo en Australia, sumaría más puntos para recortar la brecha que lo separa, hoy que es el ‘dos’, del ‘uno’ del mundo, Novak Djokovic, no menos importante el cheque de aproximadamente 2 millones de dólares que engrosaría su poderosa cuenta bancaria, temas todos ellos de gran relevancia, solo que lo más importante para el más grande deportista en la historia de España es seguir poniéndose retos y metas, superar escollos, lesiones y dificultades, reinventarse una vez más y principalmente mantener sus decisiones y el destino de su carrera en sus propias manos, ignorando absolutamente opiniones, sugerencias y hasta predicciones de aquellos que se dicen expertos y que cada temporada vaticinan, sin pudor, que ésta si es la temporada de declive de Rafa tal como lo han hecho en cada lesión, en cada retiro obligado para recuperarse y retomar forma para regresar a las canchas con un renovado espíritu guerrero, y también renovado estilo de juego que se va acomodando a sus circunstancias del momento a medida que los años pasan.
SU NUEVO SAQUE
Este Australian Open, Rafa Nadal nos ha sorprendido con el dominio de un nuevo estilo de servicio trabajado por horas, días y semanas intensas con su entrenador actual, el ex Top Ten Carlos Moyá, el nuevo saque de Rafa es un recurso que permite que la bola impacte con más velocidad sobre la cancha, si se siente cómodo o no solo ellos lo saben, el resultado es ‘esa’ pequeña gran diferencia que, sumada a su estilo personal de golpear la pelota con gran fuerza al disputar los puntos, le arroja dividendos positivos, quien lo dude solo debe ver, diría yo disfrutar, la gran Final del Australian Open este domingo, si gana o pierde será cosa del juego y del rival, lo único cierto, el dato duro es que Rafa Nadal no está de regreso en estos últimos dos años en que después de una larga ausencia retomó su tenis, o de los últimos meses del 2018 en que dejó los Torneos para recuperarse de las lesiones que le persiguen, es que Rafa, simplemente, nunca se ha ido, solo se ha reinventado una y otra vez al igual que Novak Djokovic y Roger Federer, los mandones de los últimos 15 años, aquí está Rafa disputando una Final más en el sitio que le pertenece, allá en la cima del Tenis Mundial… así de fácil…