No dejemos de tocarnos
Para mi amiga y compañera Alejandra Reynoso “Pistas de cáncer (de mama) que ignoré porque di por hecho que eran ‘normales’: a) La piel de mi seno derecho a veces parecía como la de una naranja. b) A veces su forma era irregular. c) En ocasiones su temperatura era mayor a la del otro seno. […]
Josefina Vázquez MotaPara mi amiga y compañera Alejandra Reynoso
“Pistas de cáncer (de mama) que ignoré porque di por hecho que eran ‘normales’: a) La piel de mi seno derecho a veces parecía como la de una naranja. b) A veces su forma era irregular. c) En ocasiones su temperatura era mayor a la del otro seno.
“No tengo idea de cuánto tiempo pasó entre esas primeras señales y el diagnóstico. Decidí realizarme un ultrasonido de mama después de hacerme una revisión y encontrar una bolita parecida, en tamaño y dureza, a una almendra.
“Revísate, acude a tu ginecólogo cada año. Sí te encontraste algo y tienes miedo, busca apoyo y caminemos juntas”, comenta Gretta Hernández, sobreviviente.
“Me gustaría decir que mi madrina es una sobreviviente, pero no, lamentablemente ella no lo logró y el cáncer de mama, en un abrir y cerrar los ojos, fue demasiado invasivo. Llenó su cuerpo hasta los huesos. No ayudó mucho la depresión, no solo por el cáncer, sino porque mi padrino había perdido la vida en un accidente. Mis primos quedaron huérfanos. Mi madrina se consumió. El cáncer no espera”, señala Susana Franco.
“A veces pensamos a mí no me va a pasar y pues aparece. Yo sentía molestias, hasta que mi pareja se dio cuenta que tenía el pezón hundido supe que algo no estaba bien. Los médicos decían que no tenía solución, que el cáncer había avanzado. Uno de ellos no se dio por vencido y me metió a un protocolo, perdí mis dos senos, pero estoy viva”, declara Lulú Hernández.
“Mi mamá es sobreviviente, le detectaron cáncer de mama. Fueron tiempos difíciles, ella tenía mucho miedo, ahora ya lo cuenta, antes le daba pena decir: que su seno derecho es más chico que el izquierdo, pues si bien no lo retiraron por completo, si se redujo. Una bolita en los senos hace la deferencia, un ultrasonido o mastografía cambia la historia”, opina Natalia Guzmán.
“Mamá falleció hace un año por cáncer de mama. Había sobrevivido la primera vez que se lo detectaron, lograron erradicarlo, y Dios y la vida la dejaron vivir con nosotros muchos años más. Pero regresó, ahora más intenso, hasta que le cerró sus ojos. Sé que ahora está mejor, sé que es un ejemplo de fortaleza. Duele en el alma su ausencia. La extraño y extrañaré siempre”, afirma Claudia Cortés.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Púbica, en México el cáncer de mama representa la primera causa de fallecimientos en las mujeres.
En 2020, fallecieron 7 mil 880 mujeres por esta causa en el país, de acuerdo con cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertó sobre una tendencia detectada: mujeres cada vez más jóvenes están llegando a consulta por esta enfermedad; ello, debido a que no han tenido hijos, no han lactado y tienen antecedentes de cáncer de mama en su familia.
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, quiero sumarme a todas las voces que dicen: “tócate”. Un toqueteo hace la diferencia. Checarte una vez al mes permite una atención a tiempo. Por ti, por los tuyos y por todas nosotras.