Si Gustavo Madero creyó que iba a terminar su periodo como presidente del PAN en medio de aplausos, hoy ya se habrá dado cuenta que debe descartar ese optimista escenario.
Y es que mientras el presidente del PAN festejaba que no le hubiera ido tan mal como se esperaba en las elecciones, los senadores calderonistas empezaron a sacar otra vez sus cuchillos largos.
Nada más para empezar, el martes pasado el senador Javier Lozano dijo que los triunfos del PAN fueron “magros”, y que ser “cortesanos (como Madero) sólo sirve para salir en la foto y ganar el aplauso fácil”.
Pero lo peor fue que la resolución de Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que desechó la demanda interpuesta por el senador Javier Corral sirvió de pretexto para volver a prender la mecha de la confrontación panista.
Mientras que los calderonistas dicen que el Tribunal convalidó la reforma de los senadores rebeldes, que les permitiría controlar el dinero de la bancada panista, los maderistas sostienen que lo único que hizo el Tribunal fue declararse incompetente para conocer de un problema parlamentario.
Más allá de quién tenga la razón en este pleito, el hecho es que ayer se renovó el pleito en el seno del Comité Ejecutivo Nacional entre calderonistas y anticalderonistas.
Dadas las circunstancias es improbable que Gustavo Madero se retire entre aplausos como se retiró Greta Garbo.
Falta ver lo que hará el priista Enrique Peña Nieto, para apuntalar al panista Gustavo Madero con tal de salvar el Pacto.
La preocupación de los Chuchos
La decisión de Miguel Ángel Mancera para jugar en el mismo equipo de Andrés Manuel López Obrador, puso en alerta roja al presidente del PRD Jesús Zambrano.
Y es que después del desastre electoral de Quintana Roo, el PRD de los Chuchos quedaría en calidad de membrete si el jefe de Gobierno del DF es compañero de equipo del carismático veterano Andrés Manuel López Obrador.
Siempre nos han espiado
Es hasta una falta de respeto a la inteligencia del mexicano promedio sostener que no hay elementos para afirmar que el gobierno de los Estados Unidos no espía al gobierno mexicano.
Si el comisionado nacional de seguridad federal Manuel Mondragón realmente cree eso, debería ser removido del cargo por ingenuo, y si no, por mentiroso.
¿Sabrá Mondragón a que se dedica la legendaria CIA?
