Podrá ser un buen rector, no lo sabemos, pero el nuevo Gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, no deja de ser un novato en cuestiones políticas y todavía más en cuestiones de seguridad.
Y es que solo a un personaje sin experiencia política como Ortega, se le ocurre decir que porque es un gobernador sin militancia partidista, está “más identificado con la sociedad civil y que eso tiene que reflejarse también con cambios en el gabinete con personajes de trayectoria recta”.
Seguramente el nuevo gobernador de Guerrero ni cuenta se dio que estaba enfrente del Presidente de la República, quien sí tiene militancia partidista, y no por esa circunstancia está alejado de la sociedad.
Los gobernantes generalmente son electos, no por la decisión de un Congreso Local, sino como resultado de un proceso electoral en donde lo que cuenta es el voto precisamente de la sociedad civil.
Parientes incómodos
El diputado panista Guillermo Anaya, presidente de la Comisión Especial para el caso Iguala, debe tener cuidado ahora que irá a investigar los hechos ocurridos la noche del 26 de septiembre.
Y es que Anaya, como José Luis Abarca, también está emparentado con capos del narcotráfico.
Como se recordará, Sergio Villareal Barragán, “El Grande”, líder del cartel de los Beltrán Leyva, declaró haber recibido protección del entonces alcalde de Torreón, Guillermo Anaya, del 2003 al 2005.
“El Grande” es hermano del excuñado de Anaya, quien a su vez es compadre de Felipe Calderón Hinojosa.
A ver si ahora sí
A ver si con la detención de los últimos cuatro presuntos miembros de Guerreros Unidos, la PGR logra encontrar a los 43 normalistas desaparecidos.
Y es que no es la primera vez que presuntos asesinos confiesan haber recibido y vigilado a los normalistas de Ayotzinapa, y nada.
¿Pactar con quién?
Nadie ha podido entender bien a bien en qué consistiría “el pacto” que proponen algunos empresarios como Claudio X. González y Gerardo Gutiérrez Candiani, para terminar con la inseguridad.
Y es que todo mundo está de acuerdo, menos los delincuentes, que los mexicanos queremos vivir en paz y para eso no necesitamos ningún pacto.
Por el bien de todos, la seguridad, aquí y en China, es una de las razones de ser del Estado, y para esto están, se supone, los cuerpos de policía federal, estatal o municipal.