El presidente del PAN puso el grito en el cielo porque Enrique Peña Nieto propuso un déficit (endeudamiento) del 1.5 por ciento del PIB.
Señala que es costumbre de los priistas endeudar al país, y que en cambio los panistas sanearon las finanzas públicas porque según Madero no endeudaron al país.
No cabe la menor duda que los asesores de Gustavo Madero no le han informado que cuando concluyó la gestión de Ernesto Zedillo la deuda de México representaba un 38.9 por ciento del PIB, y que cuando terminó Felipe Calderón la deuda representaba el 39.5 por ciento del PIB.
Esto quiere decir que en la docena panista la deuda creció en casi 4.5 billones de pesos, a pesar de que durante ese periodo los ingresos petroleros del gobierno fueron los más altos de la historia por el incremento de precios.
La información es oficial. Está contenida en los informes anuales del Banco de México.
Dime de qué presumes
Sin embargo, Ernesto Cordero está igual o peor que Gustavo Madero.
Ahora resulta que Ernesto Cordero cree que por haber sido secretario de Hacienda aprendió algo de política económica.
Según el panista, Peña Nieto quiere desmantelar lo que hizo el PAN en los últimos 12 años “aunque haya sido bueno”.
Como Madero, Ernesto Cordero tampoco se ha dado cuenta que la economía de México creció menos cuando gobernó el PAN, que en la última docena en la que gobernó el PRI con todo y el error de diciembre de 1994.
Error de cálculo
Probablemente se los enseñaron en Oxford y en el MIT, pero por lo visto a Luis Videgaray y a Aurelio Nuño, se les olvidó.
Las revoluciones nunca han sido lideradas por los pobres, sino por líderes inconformes de la clase media.
La evidencia empírica demuestra que así sucedió en Túnez, Egipto, Brasil, Turquía, y hasta en la antigua Grecia de Aristóteles.
Seguramente por falta de experiencia ninguno de los “técnicos” de Hacienda calculó que gravar las colegiaturas, las rentas de las casas habitación, y limitar las deducciones a las personas físicas, podría ser tan o más peligroso que el IVA a alimentos y medicinas.
No por nada algunos dirigentes de las cúpulas empresariales ya empezaron a decir que defenderán a las clases medias.
