Cada vez que el secretario de gobernación Miguel Osorio Chong ha sido cuestionado sobre si su diagnóstico fue una crítica al gobierno de Felipe Calderón, el hidalguense se ha salido por la tangente.
Osorio Chong dice que el nuevo gobierno “en lugar de mirar para atrás, solo ve los errores que perciben y que tienen que corregir”, como si los “errores” se cometieran solos y no hubiera nadie atrás.
Con esos pronunciamientos del coordinador del gabinete da la impresión que el nuevo gobierno le extendió un certificado de impunidad anticipada a los funcionarios del gobierno pasado, por lo que cabría preguntarse:
¿Habrá justicia para las víctimas de los abusos de autoridad en el uso perverso de testigos protegidos?
¿Habrá justicia para los miles y miles de víctimas de las violaciones de derechos humanos?
¿Continuará vigente el paradigma de que el que no transa no avanza, como “avanzaron” muchísimos funcionarios de alto nivel del gobierno pasado?
Y es que eso de “no mirar al pasado”, ni en los tiempos del viejo PRI.
El asunto es de justicia, no de venganzas.
La procuración de justicia no es una opción, sino una obligación. ¿O no?
En eso sí que somos el último lugar en América Latina. Y es cosa de revisar los casos de Fujimori en Perú, Pinochet en Chile, Carlos Andrés Pérez en Venezuela, el de Jamil Mahuad en Ecuador, Fernando Collor de Melo de Brasil, y hasta el de papa Doc, de Haití.
Walmart México: escándalo mundial
Mientras que en el mundo sigue creciendo la mala fama de México como el paraíso de las transas y corruptelas de Walmart, ni el gobierno federal, ni los gobiernos de los estados involucrados en el escándalo, han dado señal alguna para que el mundo pudiera creer que lo de la lucha contra la corrupción es puro cuento.
Y es que no hace falta la creación de una comisión anticorrupción, como la que anunció Peña Nieto, para que el mundo se sorprenda de cómo está cambiando México.
En cambio, es verdaderamente sorprendente que ante el cúmulo de detalles publicados por el New York Times, que dan a conocer los nombres y apellidos de los presuntos responsables de los cochupos de Walmart y los funcionarios de gobierno, nadie haya anunciado siquiera que ya se inició a una averiguación.
¿Habrá que recordarles que hay leyes más que suficientes para la sanción de esos delitos?
¿Seguirá en este gobierno la política de “echarle tierra al asunto”, como ya ocurrió en el caso del lavado de dinero del HSBC?
Que los gendarmes serán policías fronterizos
Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo con lo del anuncio de la nueva gendarmería, si lo que el presidente quiso decir es que los 10 mil gendarmes que anunció serán una especie de policía fronteriza.
Supuestamente se encargarán de vigilar las fronteras terrestres y marítimas, según la explicación que dio el secretario de gobernación Osorio Chong.
En chino lo de la policía federal
Lo que sí parece estar en chino es que el nuevo gobierno pueda convertir la joya de la corona de García Luna, en un cuerpo de élite.
Sobre todo habiendo tantos antecedentes que acreditan que el exsecretario de Seguridad Pública pervirtió esa institución.
Ahí están, por ejemplo, los casos del aeropuerto, el de
Tres Marías, el de la comandante Lore, además de los abusos y atropellos en Ciudad Juárez y tantos otros más.