Guillermo Padrés está disfrutando sus últimos días como gobernador de Sonora, que podrían ser también sus últimos en libertad. Hay que recordar que el mandatario panista enfrenta una investigación federal por recibir sobornos –a través de uno de sus hermanos– de un contratista del Gobierno de Sonora.
Que pruebas para encarcelarlo hay muchas. La investigación contra Padrés fue dada a conocer hace un par de meses por el periódico The Wall Street Journal. El gobernador de Sonora dejará su cargo la próxima semana, el 13 de septiembre, cuando tome protesta como gobernadora la priista Claudia Pavlovich.
Y Padrés también se tendrá que despedir del fuero que hoy lo protege de la justicia.
La insolencia de Martínez Neri
Un poco insolente, por decir lo menos, se comportó Francisco Martínez Neri, coordinador de los diputados federales del PRD, al exigir un juicio político en contra de Jesús Murillo Karam. Es cierto que la investigación que realizó el extitular de la PGR por el caso de la desaparición de los 43 estudiantes se debe de revisar por las revelaciones del informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH.
Pero el diputado Martínez Neri también debe aceptar que sobre todo su partido, el PRD, está descalificado moralmente para exigir algo en el caso de Ayotzinapa.
¿Ya olvidó el señor Martínez Neri que fue precisamente su partido político el que postuló a José Luis Abarca y a María de los Ángeles Pineda?
¿Qué sigue? ¿Pedir a la PGR la liberación de la pareja imperial de Iguala?
Operación cicatriz con Corral
Más de uno se quedó sorprendido ayer en el Senado cuando el coordinador de los senadores panistas, Fernando Herrera, le entregó el micrófono –y los reflectores– a Javier Corral para que fijara la postura del PAN en el caso de Ayotzinapa.
Siempre polémico, Corral no desaprovechó la oportunidad para exigir ante el secretario de la OEA un fiscal internacional que investigue el caso de los 43 estudiantes desaparecidos.
No hay que olvidar que Corral contendió en la elección por la presidencia del PAN en contra de Ricardo Anaya, que le ganó por paliza en la contienda.
Ni modo: la rebelión de las bases –que promovía Corral en su campaña– tendrá que esperar un tiempo en Acción Nacional.