Mente que asesina

¿Alguien recuerda “Mentes que brillan”?, esa película en la que Jodie Foster debutó como directora de cine en 1991 y en la que encarna a una madre desesperada por no saber qué hacer con su hijo genio matemático.

 

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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¿Alguien recuerda “Mentes que brillan”?, esa película en la que Jodie Foster debutó como directora de cine en 1991 y en la que encarna a una madre desesperada por no saber qué hacer con su hijo genio matemático.

 

Pues la cinta “El contador”, estelarizada por Ben Affleck, es como si ese niño genio al crecer tomara un rifle e hiciera justicia por su propia mano a quienes perturban su vida, vaya, burdamente digamos que esta es la manera de explicarla de manera fácil.

 

Este drama con toques de acción presenta a un hombre con rastros de autismo y obsesiones con el orden, así como el resolver complicadas operaciones matemáticas sin problema alguno, pero ¿qué le motiva a matar?

 

El patrón que presenta el personaje de Christian Wolff (Affleck) es el de una persona solitaria que, de tener motivos reales para usar la violencia, la usará.

 

Es algo así como el niño que ha sufrido bullying toda su vida, sólo se va a defender si es estrictamente necesario.

 

Los antihéroes en el cine van teniendo cierta fascinación en los últimos años, tal es el caso de la cinta “Drive” de Nicolas Winding Refn en la que el conductor anónimo interpretado por Ryan Gosling desata la vendetta, por el hecho de que han violentado su vida y la de su interés amoroso, Irene.

 

Algo similar sucede con “Mad Max: Furia en el camino”, donde el homónimo obedece al llamado sólo por estar en el momento y lugar equivocado, y dispara o golpea en defensa propia.

 

La curiosidad en común de estos héroes es particular y poco observable a simple vista: ninguno busca obtener una recompensa o algo a cambio, su único motor es salir vivos y proteger a la dama (o damas) en peligro.

 

Volviendo al entramado de “El contador”, la historia se presenta como un atractivo desde su 

trailer, sin embargo para aquellos amantes de la acción, sentirán que los balazos tardan en llegar y la adrenalina no es la parte medular de la ficción.

 

Además, si se logra ser observador, hay partes predecibles en los personajes que pretenden ser un giro de tuerca casi al finalizar el largometraje, Hollywood parece que olvida que ya pocas cosas sorprenden al espectador promedio del cine.

 

Pero bueno, como bien se dice, hay películas palomeras y ésta es una de ellas, posiblemente olvidable aunque su guión tenga propósito en la pantalla, no por nada fue una de las producciones que quedaron varadas desde el 2011, estando en la lista negra de los libretos más gustados pero no producidos de ese año.

 

Se dice que originalmente los hermanos Coen iban a dirigir a Mel Gibson para realizar la historia, quién sabe, tal vez algo mejor habría salido, más nunca sabremos qué hubiera sido de Chrlstian Wolff en otras manos, en otra mente de ficción asesina.

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