Pinceladas del corazón
“-Juguemos. Si yo soy un gran pianista… -¿Si eres un gran pianista y te corto un brazo, qué haces? -Me dedico a pintar. -¿Si eres un gran pintor y te corto el otro brazo, qué haces? -Me dedico a bailar. -¿Si eres un gran bailarín y te corto las piernas, qué haces? -Me dedico a […]
Hidalgo Neira“-Juguemos. Si yo soy un gran pianista…
-¿Si eres un gran pianista y te corto un brazo, qué haces?
-Me dedico a pintar.
-¿Si eres un gran pintor y te corto el otro brazo, qué haces?
-Me dedico a bailar.
-¿Si eres un gran bailarín y te corto las piernas, qué haces?
-Me dedico a cantar.
-¿Si eres un gran cantante y te corto la garganta, qué haces?
-Como estoy muerto, pido que con mi piel se fabrique un hermoso tambor.
-¿Y si quemo el tambor qué haces?
-Me convierto en una nube que tome todas las formas.
-¿Y si la nube se disuelve que haces?
-Me convierto en lluvia y hago que nazcan las hierbas.
-¡Ganaste! Me sentiré muy solo el día que no estés…
-Si algún día te sientes sólo busca la maravillosa ciudad de Tar…”
“Fando y Lis” (1968)
¿Qué decir de Vincent Van Gogh cuando todo está dicho? ¿Cómo contar su vida de manera que no resulte ordinaria? La respuesta fue hacerle un tributo justo como él solía concebir el arte plástico en su cabeza, legado que a más de un siglo de distancia sigue vigente.
Dirigida por Dorota Kobiela y Hugh Welchman, “Cartas de Van Gogh” fue un experimento sin precedentes, después de grabar de manera convencional 95 minutos su película, hicieron que 125 pintores emularan la técnica postimpresionista del holandés sobre cada cuadro digital, el resultado es increíble.
Y aunque tal vez la historia sea sólo un viaje visual que carezca más de un conflicto de fondo, no se le resta el mérito de lograr una obra de arte inigualable, darle vida a la pintura, pinceladas que palpitan, que están hechas con amor, con el corazón.
Se podría pensar que este filme es una representación de la vida del pintor tal cual, pero la realidad es que la cinta empieza por el final, justo cuando Van Gogh se suicida y deja una carta pendiente, la que debe llegar a su hermano Theo.
Los vistazos a cuando el artista se encontraba en vida son retratados en trazos en blanco y negro que no pierden el toque impresionista, los cuales además muestran su personalidad introvertida.
Retratos de la cotidianeidad holandesa y que Van Gogh inmortalizó en sus obras también son rescatados en la película que además conserva un aspecto de relación cuadrado, que va más adhoc a como pintaba el también paisajista.
“Cartas de Van Gogh” (2017) es justo lo que su nombre indica, una misiva con cariño al artista holandés, una sincera dedicatoria al hombre que vivió en la miseria, que su locura lo llevó a despojarse de una oreja, pero que nunca renunció a su único talento a pesar de todo: pintar.