El Partido Revolucionario Institucional (PRI) está tomando decisiones nunca antes vistas con respecto a la presunta corrupción de algunos de sus exgobernadores. Los casos de Javier Duarte y Tomás Yarrington y la expulsión anoche de Humberto Moreira de las filas del partido, son algunos ejemplos. Pero nos dicen que la turbulencia que esto provocará pueden ser muy fuerte y sacudir al partido. Se vienen días difíciles pues muchos del tricolor empiezan a sentirse nerviosos y molestos.
Para Ripley
Aunque usted no lo crea, nuestros partidos políticos podrían ir preparándose para lograr quedar inscritos en el Museo de Ripley de las cosas increíbles.
Ahí tiene usted al Partido Ación Nacional (PAN) pidiendo que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se haga responsable por el desvío de recursos del exgobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat. O al dirigente del PRI, Enrique Ochoa, usando a Javier Duarte como ejemplo de la corrupción de Andrés Manuel López Obrador.
O a —la ahora famosa— Eva Cadena, quien recibió 500 mil pesos de buena fe.
Aunque usted no lo crea.
Rueda seguro
Lo hemos dicho antes en este espacio: lo que vale la pena se reconoce y se aplaude. Ayer el Gobierno de la Ciudad de México echó a andar el programa Rueda Seguro, que es un apoyo para los ciclistas de la ciudad -que cada vez son más- en caso de tener un accidente en las calles.
Ojalá que realmente funcione y prospere. Vamos, que no se quede en buenas intenciones.