Próximamente en IMCINE…
En este escenario entra el nuevo titular del Instituto Mexicano de Cinematografía IMCINE, el veracruzano Jorge Sánchez Sosa, sociólogo de profesión y cinéfilo por convicción.
Produjo cintas como “Danzón” y “Cronos”, fundó Zafra Video y Macondo Cine; dirigió las salas de arte Cinemanía, y el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Su primer acercamiento a la promoción y difusión del séptimo arte fue en el Cine Club Trashumante de la Universidad Veracruzana, para comunidades campesinas y escuelas secundarias de la periferia, en la que asegura fue su mejor escuela.
Juan Carlos Altamirano
En este escenario entra el nuevo titular del Instituto Mexicano de Cinematografía IMCINE, el veracruzano Jorge Sánchez Sosa, sociólogo de profesión y cinéfilo por convicción.
Produjo cintas como “Danzón” y “Cronos”, fundó Zafra Video y Macondo Cine; dirigió las salas de arte Cinemanía, y el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Su primer acercamiento a la promoción y difusión del séptimo arte fue en el Cine Club Trashumante de la Universidad Veracruzana, para comunidades campesinas y escuelas secundarias de la periferia, en la que asegura fue su mejor escuela.
Hoy en su nuevo cargo se ha llevado “buenas (sorpresas) en general”, como el programa Cine en tu Comunidad que lleva películas a zonas rurales y que solo en 2012 llegó a 77 mil espectadores.
Pero no todas las sorpresas son buenas, Sánchez enfrenta su primer año con un recorte al presupuesto del IMCINE de 23.5 millones. Dispondrá de 351.5 millones en 2013.
Además del reto económico, enfrenta otros no menos complicados: la mudanza del instituto al nuevo edificio que se construye en los Estudios Churubusco y el traslado de casi 32 mil rollos del acervo a una nueva bóveda de la Cineteca Nacional.
Otro, convertir al espectador mexicano en uno global, que las salas mexicanas sean sitios en los que también se proyecten cintas de Brasil, Argentina, Uruguay y de todo el mundo.
IMCINE se creó el 25 de marzo de 1983 para consolidar y acrecentar la producción cinematográfica nacional. En palabras de su nuevo director “le dejaron el camino bien pavimentado”, aunque es un hecho que aún existen muchas áreas de oportunidad y cada día se suman más.
La exdirectora, Marina Stavenhagen, se despidió haciendo balance. Mencionó que durante su administración se pudo sostener y fortalecer la producción nacional. Para ser precisos, en el sexenio pasado se filmaron 418 películas, de las cuales más del 80 por ciento tuvieron el apoyo del Estado.
No siempre fue así. Según datos de “La generación de la crisis” de Alejandro Pelayo, quien fue director del IMCINE en el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000), en 1971 se produjeron 83 películas, de las cuales 73 fueron financiadas con capital privado; en 1977 las películas privadas sumaron 35 y las estatales 45; en 1980 las privadas 88 y solamente cinco fueron las estatales.
En 2011, de 111 películas mexicanas producidas, el 82 por ciento contó con dinero de fondos públicos, según el Anuario Estadístico del Cine Mexicano, editado por el IMCINE.
El Estado puede ser el peor y también el mejor socio para una película, indica Stavenhagen, porque puede ser muy exigente para otorgar recursos, pero “solo te va a pedir que reintegres si ve que estás ganando y como socio está contigo en la pérdida”.
La también guionista de la cinta “De la calle”, comentó que a ella le gustaría poder hacer una película sin depender de ningún fondo público, porque ya sabe “cómo funcionan y es una pesadilla”.
La cinematografía mexicana es una cinematografía subsidiada, como la francesa o la argentina, que cuentan con mecanismos de fomento sin los cuales no podrían existir. Ese es el escenario en el que el nuevo director del IMCINE tendrá que actuar en su nueva película.