Puro teatro

Por más que el Comisionado para la seguridad de Michoacán Alfredo Castillo se esforzó en presumirle al presidente Peña Nieto sus supuestos logros, las declaraciones hechas por el doctor José Manuel Mireles al periódico El País, lo pusieron en evidencia como un funcionario cuya auténtica vocación pareciera ser el teatro. 

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Por más que el Comisionado para la seguridad de Michoacán Alfredo Castillo se esforzó en presumirle al presidente Peña Nieto sus supuestos logros, las declaraciones hechas por el doctor José Manuel Mireles al periódico El País, lo pusieron en evidencia como un funcionario cuya auténtica vocación pareciera ser el teatro. 

Y es que el líder de los grupos de autodefensas le dijo al periódico que el registro de armas, así como la supuesta incorporación de estos grupos paramilitares a los cuerpos de guardias rurales, son solamente un show mediático que no tiene nada que ver con la realidad. 

¿Quién podría acusar al líder de los grupos de autodefensas michoacanos de no haber dicho la verdad? 

Seguramente por eso, el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong prefirió no hacer comentarios respecto de lo declarado por Mireles. 

Y es que lo cierto es que en los hechos los grupos paramilitares de Michoacán siguen y seguirán armados ante la impotencia o complacencia del gobierno federal. 

Contra los hechos, no hay argumentos, dice el refrán. 

Presuntos culpables

Tal parece que el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong y el Comisionado para la seguridad de Michoacán Alfredo Castillo, volvieron a las mismas prácticas que se criticaron a Felipe Calderón y su secretario de Seguridad, Genaro García Luna.

Y es que todavía está por verse cuántos de los 330 detenidos en Michoacán resultan culpables una vez que terminen sus juicios en los tribunales. 

Habrá que recordar que ninguno de los 35 detenidos en el Michoacanazo de Felipe Calderón, resultó culpable. 

Los malagradecidos

Si en Puebla el PAN pudo derrotar al PRI, en gran medida se debe al desempeño que tuvo el alcalde Eduardo Rivera Pérez, quien ayer rindió su tercer y último informe de gobierno. 

De ahí que entre los poblanos dejó un mal sabor de boca la ausencia del gobernador panista Rafael Moreno Valle, y la cancelación de última hora del alcalde electo Antonio Gali Fayad. 

Tampoco asistió Gustavo Madero, presidente nacional del PAN, a pesar de que Puebla es el segundo municipio en importancia (después de Monterrey) gobernado por el PAN. 

Además habrá que recordar que Eduardo Rivera Pérez, el alcalde panista, fue además el presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes Panistas, así como presidente de la Conferencia Nacional de Municipios de México. 

Dicen que hay algo peor a la traición, y es ser malagradecidos.

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