Desde hace un par de días medios venezolanos publican la presunta caída de una aeronave mexicana que iba con casi una tonelada de cocaína. Lo poco certero que se ha dado a conocer es el nombre de Norberto Miranda Pérez, ex funcionario de la PGR que los medios de aquel país aseguran era el piloto del Cessna 414. Pero la realidad es que Miranda Pérez era mecánico y nada sabía de pilotear aviones.
Es por demás extraño que sólo se de a conocer su nombre y no el de lo demás involucrados que sí tenían habilidades para maniobrar un avión de esas características.
Pero lo que más llama la atención es que la aeronave fue asegurada por la PGR con cocaína el sexenio pasado, cuando la titular era Marisela Morales, hoy cónsul en Italia. ¿Cómo es que volvió a manos del narcotráfico un avión que incluso fue utilizado para viajes oficiales de la dependencia?
Son muchas las preguntas y pocas las respuestas.
Contrato en Guerra
Los candidatos independientes en todo el país tienen desde ayer un objetivo en común: transparentar el contrato de la empresa Guerra y Asociados con las oficinas de Los Pinos para limpiar la imagen de la administración de cara a las próximas elecciones. De esta forma un grupo de aspirantes a gobernar por la vía ciudadana pretende llamar la atención en algo que para los mexicanos es urgente: la transparencia en el gasto del dinero público.
Por todos los medios buscarán que ya sea vía el IFAI o a través de una filtración – o cómo sea–, conseguir el documento que nos aseguran es una joya. Según nos cuentan es uno de los contratos más grandes que existen en lo que va del sexenio para ese tipo de servicios.
Se calienta el IMSS
Las licitaciones públicas internacionales en el IMSS, dirigido por José Antonio González Anaya, se están complicando. Ahora resulta que el Titular de Coordinación de Abasto, Eduardo Daniel Camacho Saldivar ya brincó y denunció que si hay cualquier anomalías en la licitación para tiras reactivas para detectar glucosa, él sólo recibió órdenes de su superior, el director de Administración del IMSS, Jesús Antonio Berumen Preciado.
Este problema se une a una serie de irregularidades que este diario ha publicado con respecto a las licitaciones y en las que cada vez hay más señalamientos sin que, desde la dirección general, se diga: esta boca es mía.