La pregunta que ninguno de los senadores de la República pudo contestar ayer fue: ¿Quién redactó el predictamen de la reforma energética?
Y como ninguno de los senadores reconoció la autoría del documento, todo apunta que el misterioso redactor haya sido “senador 129”, que a diferencia del famoso “diputado 501” de la pasada legislatura, dicen que ya ni mexicano es.
Siempre sí a las concesiones
Como se veía venir, finalmente el legislador “129” decidió darle luz verde a la privatización de las actividades de exploración y extracción bajo un nuevo régimen de “contratos”.
Y es que aunque en el predictamen se establece que no se otorgaran concesiones para la exploración y extracción petrolera, al mismo tiempo establece que los particulares podrán llevar a cabo dichas actividades a través de la celebración de contratos con el gobierno mexicano.
Las empresas beneficiarias de la privatización podrán incluir dentro de sus activos el contrato correspondiente y los beneficios esperados.
Y aunque se establece que también tendrán que decir que el petróleo que está en el subsuelo es propiedad de México, sus accionistas y sus acreedores sabrán que el “licenciatario” tiene el derecho a sacar ese petróleo y venderlo al mejor postor.
¿No es esto al final de cuentas un régimen de concesión?
“Por uno de nosotros”
Nos reportan que como Ernesto Cordero nomás no prende, Felipe Calderón desarrolló un plan “B” para impedir la reelección de Gustavo Madero como presidente de Acción Nacional.
Se trata de un eventual remplazo en el que Ernesto Cordero sería sustituido por el exgobernador de Guanajuato Juan Manuel Oliva.
Los que aseguran que Juan Manuel Oliva es el nuevo candidato de Calderón, se apoyan en la secuencia de los siguientes hechos:
Primero: que la campaña de Ernesto Codero no prende.
Segundo: que Alejandra Sota viajó a Harvard para recibir la encomienda de filtrar que Cordero no era el único candidato de Felipe Calderón. Que las candidaturas de Juan Manuel Oliva y Héctor Larios también contarían con el beneplácito del michoacano.
El tercero: el viaje que Juan Manuel Oliva hizo a Harvard, junto con su esposa Martha, en los últimos días de noviembre, para recibir la bendición de Felipe Calderón.
Y el cuarto: el evento “Por uno de nosotros” que Oliva organizo el sábado en Toluca, y al que asistió Ernesto Cordero.