El muy anticipado “destape” de Ricardo Anaya como aspirante a la presidencia en 2024, levantó mucha polvareda al interior del PAN. El primer malestar fue para el dirigente nacional, Marko Cortés, quien contaba con Anaya no solo como diputado federal en la próxima Legislatura, sino como coordinador de la bancada. Además, el anuncio tomó por sorpresa no solo a la dirigencia, sino a muchos de los que “sueñan” con abanderar al panismo dentro de tres años, pues perciben que aún no son los tiempos, ya no de los destapes, sino ni siquiera de hablar de la estrategia electoral azul para el 23. Eso sí, en lo que muchos coinciden es que Ricardo Anaya, sigue dividiendo opiniones al interior del partido, para bien y para mal.
Mensajes contundentes
Entre la renuncia de la encargada de la estrategia nacional de vacunación contra el COVID-19, Miriam Veras Godoy, la controversia por la inmunización a los “siervos de la nación” o las denuncias de influyentismo e irregularidades en la campaña emprendida por el sector salud, algo que ha hecho falta, nos comentan, es un adecuado control de la comunicación y de respuestas a estas “crisis”. No parece la mejor estrategia fiar todo a que sea el presidente quien responda directamente a todo esto, y se ha sentido la ausencia de otros funcionarios federales que no han dado un paso al frente. ¿Por qué, por ejemplo, no se ha aclarado si quienes se “adelantaron” en la fila para la vacunación recibirán la segunda dosis?, ¿habrá sanciones para los funcionarios públicos que se valieron de su posición para sacar ventaja? Sigue habiendo muchas interrogantes en el manejo de la pandemia, y muy pocas respuestas.
El silencio de Rosario
Los problemas no terminan para Rosario Piedra Ibarra al interior de la CNDH. A los dos funcionarios de la tercera visitaduría fallecidos por COVID-19, a quienes se obligó a trabajar a pesar de los síntomas como fue difundido en redes sociales, se suma un nuevo caso con características similares. Se trata del deceso de otro visitador adjunto, pero ahora de la sexta visitaduría, Rafael Vázquez García; nuevamente la respuesta de la Comisión y de su titular ha sido un silencio sepulcral. Los denunciantes acusan negligencia y encubrimiento desde la misma presidencia.