Los acuerdos que se tomaron a nivel nacional entre el PAN y el PRI para la repartición de las candidaturas a gobernadores, en los estados donde irán en alianza, siguen sin convencer a una buena parte de las militancias locales de ambos partidos. Muchos panistas en Campeche no entienden que el aspirante mejor posicionado, el alcalde panista de la capital de la entidad, Eliseo Fernández, no haya sido el “bueno”, y que en cambio la coalición se haya decantado por Christian Castro Bello (sobrino de Alejandro Moreno) como candidato. Y en Baja California, gran parte del priismo se había volcado en favor de Jorge Hank Rhon, quien fue “vetado” por el CEN panista y que ahora será el abanderado del PES a la gubernatura. ¿Qué tienen en común ambos casos? Tanto Fernández como Hank eran los mejor posicionados según las encuestas para pelearle la elección a Morena, aunque al final, no fueron los elegidos. ¿Habrá sido la mejor decisión?
Freno a Quirino
A quien le dieron un portazo en el viejo edificio de Insurgentes Norte, fue al gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel. El mandatario presentó al CEN priista, encabezado por Alejandro Moreno, los nombres de sus posibles sucesores. En su lista llevaba anotados a: Javier Lizárraga Mercado, actual secretario de Economía; el diputado federal, Alfredo Villegas Arreola; al dirigente estatal, Jesús Valdez, al exsenador, Aarón Irízar, y a Juan Alfonso Mejía. Sin embargo, hubo factores que jugaron en su contra, como que Quirino no es bien visto por un sector del priismo que se encuentra con los de la Alianza Federalista, ya que Ordaz ha preferido quedar bien con el presidente; y sobre todo pesó el que “Alito” no quiso darle oportunidad de tener un delfín ya que era darle oportunidad de acelerar su paso a la precandidatura rumbo a 2024 y para su mala suerte, ‘Alito’ quiere lo mismo.