último tramo de su rectorado entrampado en el que se supone que era su tema insignia: el acoso sexual, y también laboral, que prometió combatir hasta erradicar del campus. Primero fue el desgastante y estridente episodio que acabó con la destitución del presidente del Tribunal Universitario, Eduardo López Betancourt, acusado y procesado penalmente por acoso sexual contra una estudiante; y ahora es una denuncia por acoso laboral de un extrabajador de nombre Cristóbal López, en contra de Rodolfo González Fernández, director de Información de la Universidad, y su jefe Néstor Martínez Cristo, director general de Comunicación Social de la UNAM. Graue Wiechers está muy lejos de reponerse del golpe que representó el asunto del Tribunal Universitario, pues se ha comentado que asumió una actitud pasiva ante un problema de dimensiones mayores. El rector, dicen, nunca creyó que López Betancourt pudiera ser removido, y como era su amigo, siempre apostó por su continuidad. Ahora, cuando surgen las primeras denuncias contra Néstor Martínez, otro de sus colaboradores cercanos, al rector le faltan arrestos, y también peso político, para salir a defenderlo.
Pueblo sin carne
En el oriente de Michoacán, a unas tres horas de la Ciudad de México, pasando Zitácuaro —donde ayer mataron al periodista Armando Linares— hay un pueblo sin carne. Se trata de Ciudad Hidalgo, Michoacán. En el mercado las carnicerías están cerradas y no saben para cuándo se reanudará el abasto. En el lugar opera un cártel conocido como “Los Correa”, que son los resabios de La Familia Michoacana y está buscando ingresar en el poblado el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). O al menos eso se dice. El asunto es que llegaron a amedrentar a la gente del rastro y, ni para atrás ni para adelante, nadie quiere ir a trabajar. Los negocios más conocidos de venta de tacos, están ofreciendo chilaquiles. Ni para bromear con que el pueblo es vegetariano