Nos cuentan que el general retirado Audomaro Martínez Zapata, consejero militar del presidente Andrés Manuel López Obrador, no está nada contento con el equipo de la campaña del candidato de Morena a la gubernatura de Tamaulipas, Américo Villarreal, luego de que sus advertencias para mantener alejados de dicha campaña al diputado federal y presidente de la Comisión de Presupuesto en el Congreso, Erasmo González y la exdiputada federal y excandidata del municipio de Tampico, Olga Sosa, no fueran escuchadas. Más allá de que se trata de funcionarios señalados por presuntos vínculos con el crimen organizado, no se explica por qué fueron ignorados los consejos del general Audomaro Martínez, siendo que tienen tanto peso en el Gobierno federal y que incluso muchos le atribuyen a éste que la militarización del país, no solo haya continuado con la actual administración, sino que se haya fortalecido.
‘Maru’ y la falta de empatía
No basta con el discurso para asegurar la protección para las mujeres que viven o están en riesgo de ser violentadas, sino que si de verdad se tiene voluntad, se tiene que apoyar con políticas públicas y también con recursos. Y si no, que le pregunten a la gobernadora de Chihuahua, la panista María Eugenia Campos, quien a pesar de sus dichos, lo cierto es que sus acciones reflejan que no le interesa realmente la atención a este sector poblacional. Como lo revela este medio, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas tiene un déficit de más de 200 asesores jurídicos, lo que en la práctica ha dejado a las víctimas en la indefensión, la mayoría mujeres, y esto tiene su origen en un presupuesto insuficiente para poder contar con todo el personal requerido. La situación tampoco se queda ahí, pues colectivos de la entidad denuncian que a dicha comisión también le quitaron al menos 13 millones de pesos de presupuesto, específicamente en programas enfocados en atención y traslados de víctimas, gastos funerarios, y atención médica. Y entonces, ¿dónde quedó la empatía?