El recién creado Fuerza Social por México le apuesta a pasar el corte de las elecciones de 2021 y conservar su registro para asentarse rumbo a 2024. Detrás de la invitación a algunos de los “perdedores” de las encuestas de Morena a la gubernatura, y a otros políticos que han sido relegados de otros institutos, pero que aún tienen arrastre y base electoral, está la estrategia de obtener un buen piso de votos para conservar el registro y pelear en las próximas elecciones federales, en donde ya podrán sumarse en alianza a otros partidos. De momento, en Michoacán, Cristobal Arias ya aceptó ser el candidato de Fuerza Social para la gubernatura y nos comentan que podrían buscar a la senadora Rocío Abreu para sondear la posibilidad de que sea abanderada del partido para buscar competirle en Campeche a Layda Sansores, aunque de momento no ha habido un acercamiento. ¿Estarán buscando replicar el mecanismo en otros estados?
Momento crítico
En Jalisco la estrategia para combatir al COVID-19 no está funcionando. Ayer, se anunció que la ocupación hospitalaria va a la alza y que actualmente hay mil 679 pacientes internados, la cifra más alta desde que inició la pandemia. Además, se reveló que hay 46 adultos mayores contagiados en un asilo, y que el virus habría llegado a otro más infectando a 19 personas. Si bien, la llegada de la vacuna a la entidad abre la puerta a la esperanza, no es una solución mágica y menos cuando el botón de emergencia ya terminó. Atentos.
Nunca faltan
Con el inicio de la vacunación contra el COVID-19 a personal médico de primera línea de la lucha contra el virus a nivel nacional, comenzaron también a ventilarse los casos de los clásicos “abusados” que, sin pertenecer a este grupo, usan sus influencias para “brincarse la fila” y recibir la inmunización. Desde asesores de funcionarios hasta personal administrativo, según las denuncias, muchos no han respetado la estrategia. Está bien que se les señale, pero ¿no debería haber otra consecuencia?