La dirección de la agencia del Estado mexicano, encabezada por Sanjuana Martínez continúa con la labor de saneamiento financiero y administrativo interno. En los últimos días, el foco de atención ha estado sobre algunas partidas por conceptos de apoyo por convenio otorgados al Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, que suman millones de pesos en los últimos 4 años. Solo en una de las cláusulas, en 2017, la dirección de recursos económicos le otorgó un ‘apoyo’ de 1.5 millones de pesos al sindicato. Dichos apoyos, los cuáles eran discrecionales y por los que no tenía que rendir cuentas fueron exigidos a la nueva administración por el sindicato. Sin embargo estos apoyos son vistos como irregulares y ya fueron suspendidos, y no solo eso sino que estos y otros convenios y apoyos anómalos ya están siendo auditados por la Secretaría de la Función Pública. Hay que recordar que hace unos días el líder sindical Conrado García Velasco presentó su renuncia como empleado de Notimex, en un intento estéril por deslindarse de las investigaciones en curso, sin embargo, sigue en la mira, así como todos los manejos en el sindicato.
El PRI Vs. el PRI
Tanto Ivonne Ortega como Alejandro Moreno y Ulises Ruiz se comprometieron -palabras más, palabras menos- a transformar al PRI, aunque al menos en la solicitud de registro de candidaturas, algunas de las prácticas más priistas se hicieron nuevamente visibles. Además de los clásicos ‘acarreados’ (para los tres aspirantes), la militancia representada en los sectores, en los comités, en los grupos, se hizo presente en el CEN, y aun cuando algunos apoyaban a la misma fórmula eso no evitó las fricciones entre ellos; ya sea para ver cuál de las porras estaba más cerca de su candidato, quienes tenían mejor lugar en el mensaje posterior, quien ingresaba primero. Prácticas tan (o más) priistas como el propio logotipo tricolor. A eso y muchas cosas más tendrá que hacer frente quien resulte ungido, si de verdad va en serio lo de transformar el partido.
¿Quién aconseja al presidente?
No estaría de más que alguien dentro del sector energético pudiera aconsejar al presidente Andrés Manuel López Obrador que la construcción de una nueva planta generadora para la Comisión Federal de Electricidad no es la solución para asegurar el suministro eléctrico en la península de Yucatán. Claro que podría ser de gran ayuda, pero lo primero sería asegurar el suministro de gas natural, que es el gran déficit en estos momentos. ¿Estarán Manuel Bartlett y Rocío Nahle verdaderamente conscientes de la situación energética? ¿Con base en qué diagnóstico aconsejan al mandatario?
