En Baja California, la filtración de una presunta iniciativa para recortar el periodo de la próxima gubernatura a 3 años en lugar de 6 volvió a encender la escena política en la entidad, y todas las miradas apuntaron al gobernador Jaime Bonilla. Aunque el secretario General de Gobierno, Amador Rodríguez señaló que el documento era falso, la diputada Montserrat Caballero sí confirmó a medios locales que aún está evaluando si presenta o no la iniciativa. La justificación es empatar la próxima elección a la gubernatura con la presidencial en 2024, y nos comentan que la mano de Bonilla es la que está detrás de la misma, en un intento de controlar su sucesión. Veremos cómo responden sus propios compañeros de partido, sobre todo los que se preparan para anotarse a la contienda.
Ahora sí, transparencia
Apenas unos días después de la polémica por un posible conflicto de interés en la adjudicación de contratos para la refinería de Dos Bocas en Tabasco, la Secretaría de Energía, la Auditoría Superior de la Federación y representantes de la filial de Pemex Transformación Industrial firmaron un convenio para que la ASF revise de manera adelantada lo concerniente dentro de su competencia respecto a la obra de infraestructura. Siempre es positivo que las dependencias tengan apertura para ser fiscalizadas, pero ¿habrían sido igual de proactivos de no haberse presentado los últimos cuestionamientos?
Líder en violencia
Los datos presentados por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal dejan a nuestro país en una posición nada halagadora. De acuerdo con el ranking presentado por la organización que preside José Antonio Ortega, México concentra alrededor del 40 por ciento de las ciudades más violentas del mundo, 19 de un total de 50 con mayores índices de homicidios por cada 100 mil habitantes. Además las 5 ciudades con mayor violencia son todas mexicanas: Tijuana, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua; Uruapan, Michoacán; Irapuato, Guanajuato; y Ciudad Obregón, Sonora. En estas entidades gobiernan distintas fuerzas políticas, por lo que el problema es generalizado.
