Con el anuncio de la creación de un bloque de concejales electos de Morena en la Ciudad de México, para “vigilar” la buena administración de las alcaldías (sobre todo las que estarán en manos de la oposición), nos dicen, aumenta la tensión en el periodo de transición, y es que el anuncio de vigilar con lupa a las nuevas administraciones fue recibido con escepticismo entre los equipos de los alcaldes que tomarán protesta en octubre, principalmente por saber si con ese mismo ímpetu los nuevos concejales revisarán la herencia que dejan los alcaldes salientes, entre ellos, algunos de su propio partido, y que no dejan muy buenas cuentas.
Seguridad, una estampa
Ni siquiera ha cumplido su primera semana como alcaldesa en Ixmiquilpan, Hidalgo y la petista AraceliBeltrán ya enfrentó una crisis que marcará su administración. El miércoles 21 de julio al tomar protesta, designó a Francisco Javier Sánchez como titular de Seguridad Pública municipal, quien el mismo día tuvo que declinar por no haber obtenido licencia para dejar su puesto como miembro de la policía estatal. Ante esto, Beltrán nombró a Aarón Charrez, sobrino de los hermanos Pascual y Cipriano Charrez, quienes han sido señalados por presuntamente tener vínculos con el crimen organizado, y como subsecretario a Fredy Ventura. Los policías municipales realizaron un paro por los nombramientos, y acusaron una imposición de ambos; por lo que el sábado, la alcaldesa nombró como encargado a Mario Bautista, cuya ratificación está pendiente. Una estampa, sin duda, de las muchas problemáticas que hay en el país en materia de seguridad.
El costo del banquito
Ahora que el banquito que el gobernador Silvano Aureoles lleva a todas partes ya hasta viajó a otras latitudes, bien valdría la pena preguntarse cuánto le habrá costado al Gobierno michoacano la adquisición del mueble y quizá la persona más adecuada para responder al respecto sea Carlos Maldonado, secretario de Finanzas y Administración, quien, como se sabe, salió muy buen comprador, aunque no tan buen funcionario.